Parte 50|Por el resto de mi vida

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- Por supuesto.

- Hijo...

- Madre...

- Puedo explicarlo.

- No te preocupes mamá, solo prométeme que jamás volverás a ponerte esa estúpida corona.

- Tenlo por seguro.

- Ahora si me disculpas... ven Foolish.

Aquellos jóvenes se tomaron de las manos y caminaron dejando atrás a todos sus amigos.

- ¿A dónde vamos Vegetta?

- Bueno, recuerdas cuando llegaste a Karmaland y no podía pasar demasiado tiempo contigo.

- Lo recuerdo...

- Bueno ahora veras la razón de ello.

Ambos jóvenes llegaron a los límites de Karmaland, ahí se vislumbraba una pequeña cabaña.

- Ven... ¿Te gusta? -dijo el de ojos violetas al entrar a aquella cabaña.

- Bueno... es bastante linda.

Vegetta rio al ver la cara de aquel recién humano príncipe.

- Que es broma, espera.

Dicho esto, Vegetta realizó un movimiento de manos y aquella puerta por la que acababan de entrar se iluminó.

- ¿Estas listo?

- Supongo que lo estoy.

Abrieron aquella puerta dejando ver un hermoso campo repleto de flores de todos los colores posibles.

- Es un regalo para ti, yo sé que tienes de todo en aquel castillo, pero...

- Me encanta Vegetta.

- ¿En verdad? Todo este tiempo estuve trabajando en él, por ello desaparecía tanto tiempo, lo lamento.

- No, lo lamento yo, no sabia nada de esto, fui un estúpido al exigirte tanto, sin saber que estabas haciendo tal maravilla, para mí, ¿usaste tu magia para hacer esto?

- Solo un poco, la use para las flores, era difícil encontrar las flores moradas.

- Es precioso, es como estar en un sueño.

- Es un lugar al que tu podrás venir, cada vez que te sientas mal o bajo demasiada presión, busco que tengas un lugar de tranquilidad. Puedes venir cuando quieras, aquí estarás a salvo.

- Vegetta... al escucharte decir eso, hace que tenga el horrible presentimiento de que te irás.

- Foolish, yo jamás me iré, ya no. Solo quería que vivieras cómodamente, aunque se demoró un poco después de todo lo que pasó. Pero desde ahora, te prometo que jamás volverás a estar solo, yo estaré contigo, tienes mi palabra.

Los ahora ya enamorados pasaron el día riendo y disfrutando el uno del otro, para regresar al castillo de Foolish.

- Bueno Foolish, eso fue todo por hoy.

- Ame el día de hoy, ya hacia bastante tiempo que quería estar así contigo.

- Lo mismo digo mi príncipe, deberías descansar, mañana serás rey.

- Y tu gobernarás a mi lado, que no se te olvide.

- Por supuesto que no, oh cierto, hablando de olvidar cosas, casi lo olvido.

Vegetta le entregó un pequeño collar con un dije en forma de tótem con esmeraldas como ojos.

- Este, es para ti, te permitirá regresar al lugar especial que hice para ti.

¿Realmente me amas? | FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora