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Seokjin baja las escaleras al escuchar la puerta. Viendo directamente a un Namjoon con rostro cansado que regresaba de sus clases.

Namjoon, confundido pero desinteresado solo saluda, dejando sus cosas en el lugar de siempre mientras caminaba hacia la cocina.

Alistate ahora mismo, tenemos que ir con mi familia a una celebración por el cumpleaños de mi abuelo. Así que, es tu deber acompañarme... Ya sabes — se recuesta en el marco de la puerta, viendo al Omega que ni siquiera volteo, solo asintió dándole la espalda para luego beber su vaso de jugo

Viernes en la tarde, y no podría tener su merecido descanso... Bueno, debía al menos agradecer que pasaría tiempo con su querido esposo.

Um... ¿A dónde vamos? ¿Por qué de repente? —  Namjoon deja su vaso limpio en su lugar, volteando finalmente para ver al alfa que solo lo veía, serio como siempre, con los brazos cruzados.

Ah, de repente dices. Vamos a la granja de mi familia, allí organizamos la fiesta para el Domingo. Irán bastantes personas, incluso tus padres. Obviamente debes ir conmigo quieras o no... Eres mi... Uhm esposo — el tono desagradable de Jin es notorio, Namjoon evita la queja o rodar los ojos tras el chillido que suelta su omega interior y solo volteo al oír de sus padres

Ah, pues... Bien. Iré a alistarme. Permiso — pasó por el lado del alfa incómodamente, pues él no se movió ni un centímetro de la puerta, viéndolo fijamente con burla o así lo sentía, así estaba acostumbrado.

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Al tener su bolso de viaje listo para tres días, no pudo evitar verse al espejo.  Se odiaba.

Odiaba regresar a sus quince años, recordar como Miriam lo arreglaba; peinar su cabello, vestirse lindo, usar brillitos y shampoo de aroma. Todo con la esperanza adolescente de gustarle a su alfa pero siempre recibir rechazo y groserías.

En ese entonces, se ponía triste y pensaba que era feo. Un Omega feo y desagradable para otros, no podría gustarle a un alfa que seguro sería atractivo y dominante. Sentía que no podría cumplir su deber, todo lo que había aprendido, todo lo que le enseñaron desde las visiones que hicieron que lo tratarán diferente a otros niños de su familia.

Apretó la camisa amarilla en sus manos, era incómodo pensar en el ayer, cuando creía que sería feliz en cuanto se casara con su alfa, que él cambiaría de opinión, que un día le gustaría. Pero luego pensaba...

¿Él, siendo ahora un adulto, le gustaría realmente como Omega a alguien?

Él deseaba llamar la atención, nunca la tuvo. Pero era consciente de que no lo necesitaba, no quería ser el centro de atención de todos quería ser el centro de atención de... Él. No

Se alejó del espejo asqueado por los pensamientos. Recordando todas las veces que se enfrentó a Jin, la razón de su marca en la espalda, la humillación, la confusión, la duda, el enojo... Entró en crisis.

Quería una vida real, quería una vida propia. Pero la quería allí, y allí no podría tenerla, jamás.

Entró en razón en cuanto escuchó la puerta, Seokjin con su voz de molestia como siempre, quejándose, resoplando. No, nunca. Jamás tendría la vida de ensueño que su mente de quince años creó.

Salió de su habitación con el bolso en sus hombros, cerrando la puerta suavemente y caminando hacia afuera, ignorando el alfa confundido que solo salió tras él después de apagar la última luz prendida para ir al auto.

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El camino silencioso, fue incómodo como todas las veces que estaban solos. Namjoon solo observó la ventana, viendo que se alejaban del pueblo para ir hacia el sur de la manada, hacia el lugar en el qué creció Jin. Por supuesto sabía ese dato, su suegra se aseguró de que conociera a Jin ya que el propio Jin se negaba a hablar con él.

Tomó algunas fotos, comió algunas galletas y le ofreció al alfa que solo negó con el ceño fruncido, molestándolo más de lo que estaba antes, él quería estar tranquilo en casa, descansando y disfrutando de su soledad un rato.

Al llegar, unas horas después, entraron siendo recibidos por la familia de Seokjin, los reconocía a algunos de la vez que fueron de caza. Avergonzado al ver al alfa amable que lo invitó con los otros chicos al rededor a jugar al río esa vez.

Primito y melocotón... Un gusto verlos de nuevo. — Bangchan sonrió acercándose junto a sus hermanos y padres, recibiendo un codazo de su hermano menor, quien reía por el apodo

Chan, respeto. — su madre lo miró enojada por el descaro, yendo a abrazar a su sobrino y tomando una de la manos del omega. — han llegado a tiempo, Seokjin, tu abuelo está tan feliz de que eres todo un hombre... Te espera con los demás para ir a cazar, ya sabes, antes de la fiesta...

El alfa sonrió incómodo, nada le disgustaba más que cazar, le repugnaba matar animales él mismo.

Oh pero primero su habitación, les preparamos la habitación más linda por petición de papá, eres su invitado especial al parecer... — la mujer les pidió seguirlos, ambos caminando automáticamente hacia la gran casa tradicional, aturdidos con la idea de compartir habitación, pero era lo obvio.

Acomodense, les traeré algunas sábanas más por si las necesitan... Si quieren otra cosa los espero en la cocina para almorzar — cerró la puerta de un golpe, gritando una disculpa mientras salía rápidamente de allí.

La habitación quedó en silencio. El primero en moverse fue Namjoon, quien dejó su bolso sobre la cama y se alejó para ver la habitación de forma curiosa, apenas había un baño, armario, un balcón con vista al jardín y un sofá con una mesita que tenía sobre ella almohadas y otras cosas para limpieza.

Seokjin observó al Omega, dejando sus propias cosas sobre la cama y caminando hacia la puerta para ir con su familia — espero no hagas algo que no debes, no quiero meterme en problemas por tu culpa de nuevo... Ya tengo suficiente con tener que encargarme de mi propia vida, si harás alguna mierda no olvides avisarme

Namjoon se quedó congelado en su lugar, girando para ver al alfa que solo alzó los hombros mientras fingía una sonrisa— ¿Qué? No entiendo...

Cosas de esposos supongo, solo no me dejes mal frente a mi propia familia como la otra vez — salió de la habitación, dejando a Namjoon sonrojado por la vergüenza, pero de furia al no poder defenderse nunca de las palabras de su alfa.

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Ah, perdón demorar los capítulos... 😿

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[margaritas] - JinNam©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora