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Todo estaba yendo relativamente bien esa noche. Una pijamada con sus nuevos amigos, viendo televisión por cable mientras comían helado, papitas, hot dogs y muchos dulces y refrescos. Hablaban de lo difícil que se estaba poniendo la carrera mientras reían de los ridículos personajes de esa serie Americana.

Jin no había regresado desde ayer, y eso realmente no le pareció raro, aveces podía ser por días. De todas formas, estaba satisfecho pero no lo suficiente, sabía que su abuela lo mantenía vigilado por alguna razón, sabía que quería algo. No era suficiente con deshacerse de él, alejarlo de sus padres, negarle hacer parte de cualquier cosa que tuviera que ver con el mando de la manada o negocios familiares. Ahora debía sentirse constantemente observado y eso era incómodo, molesto, lo asustaba, aunque haya pasado así toda la vida.

Apenas estaba probando un poco de la dulce libertad, pero parecía que esa solo era la crema suavemente colocada sobre el espeso café.

Había pensado mucho. ¿Cómo podría valerse por si mismo si no tenía certeza de que lo dejarían realmente en paz?

¡Yo digo que deberíamos...! — gritó Solar con una sonrisa, frotando sus manos tras dejar su Sprite sobre la mesa de centro — ¡Hacer algún juego de preguntas! No necesariamente picantes, solo interesantes...

Jeongin río negándose, dando un pequeño golpecito en la nuca de su amiga mientras se echaba en el sofá sosteniendo su estómago.

Lo único que quiero es dormir, estoy tan lleno de tanta comida chatarra. ¿Tú qué dices Namjoon? — ambos miraron al omega que no les había estado poniendo atención y solo alzo los hombros confundido

¿Pasa algo malo? Has estado más callado de lo habitual... ¿Sabes? Si no quieres decirnos está bien, pero si quieres, te escucharemos — Solar se acomodó en el sofá, poniendo sus largos mechones de cabello castaño tras sus orejas

Namjoon mordió su labio inferior, realmente le daba vergüenza contar sus problemas a cualquier persona, se sentía incómodo pero... Quería desahogarse un poco.

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Siwon realmente no hallaba qué hacer.

Había intentado hablar con su madre sin éxito, la mujer se rehusaba completamente a hablar sobre la situación con Seokjin, excusando al muchacho con que estaba cansado y necesitaba tiempo para él.

Siwon nunca tuvo tiempo para él.

Aún recordaba todo lo que tuvo que pasar. Los golpes si se equivocaba o mostraba algún signo de rebeldía, las noches de desvelo tras estar estudiando día y noche para ser considerado un alfa adecuado para tomar el título de líder, las citas, aceptar a Eunji como su esposa, al final la amo tanto... Es su alma gemela, su omega, pero sabía que ella también había tenido horribles situaciones en ese tiempo y dificultades para adaptarse a esa relación forzada.

No le parecía justo, en absoluto. Él había conocido a Seokjin cuando el  chico apenas tenía 10 años, pues era cercano a la otra familia Kim.  Eran personas trabajadoras, realmente honestas, que mantenían sus modales y las costumbres antes que nada.

Había decidido hacer caso a las visiones que le dijo su madre, pues ella tenía su experiencia y si la manada estaba tan bien, era gracias a su fuerza e inteligencia innegable.

Pero él también había tenido visiones, su lobo le advirtió de muchas maneras, de forma directa, en sueños, en conversaciones nocturnas o mientras cazaba.

Tiro el último cigarrillo de su cajetilla, debía enviar algún trabajador a traerle más o comenzaría con la extraña sensación en el pecho de nuevo. Miró el reloj, molesto por la tardanza de su yerno, se estaba tomando demasiados permisos, claro con permiso de su madre, con excusas tontas y poco creíbles.

[margaritas] - JinNam©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora