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Todo había salido bien esos días, excelente. Por esa semana, cada quien estuvo por su lado. Preparando sus cosas, en sus asuntos. Namjoon estaba más tranquilo así, en su casa, comiendo su comida, haciendo sus trabajos de final de semestre.

Seokjin por otro lado, se ocupaba de llevar a cabo con la señora Kim, todos los arreglos del gran evento, ya era hora. Sería el nuevo líder, todas las responsabilidades pasarían a su mando; tendría una oficina, un excelente pago, el poder de elegir lo qué él quiera y hacer lo que pueda por su manada.

Esa noche invitó a su familia a la casa, solamente a sus padres y a su hermano para cenar junto a Namjoon, quería que vieran que todo iba bien, incluso con su queridísimo esposo, ya no iba a permitir que dudarán de él, no cuando le había agarrado tanto gusto a sus responsabilidades y obligaciones, más que a sus derechos.

Mientras se arreglaba la camisa frente al espejo, viendo que era todo un alfa adulto, suspiró satisfecho. Iba a ser un excelente líder, iba a demostrar de lo que estaba hecho.

Pero una pregunta esa mañana lo había dejado pensando, una pregunta que su padre no pudo guardarse para él. Cachorros.

¿Cuándo tendrían cachorros? Pequeños y juguetones cachorros corriendo por la casa.

Y su tonto lobo, emocionado, lo hizo imaginar y anhelar cachorros, si no que también una absurda visión de Namjoon con una panza, en espera. Y fue cuando no pudo más, gruñendo molesto por la estúpida imaginación de su animal.

Hace unos años, había imaginado a Tae, su enamorada. La beta, era su crush, no había día que no la buscará, quería verla, y deseaba algún día impresionarla para ser novios, casarse, tener... Cachorros.

Había sabido de ella nuevamente hace poco. Se fue con su alfa a otra manada, se casaron, pronto tendrían su primer bebé. Ella era una médico, y le hablo cortésmente por redes sociales, deseándole muchos éxitos en su nuevo trabajo y en su matrimonio.

Y entonces Seokjin se preguntó si valía la pena estar con Namjoon únicamente por ese importante puesto. Podía simplemente divorciarse luego, pero entonces... Sentía algo extraño.

Se había acostumbrado a tratar mal a ese Omega, el desprecio y molestia con el destino, por obligarlo a estar con un Omega, sin oportunidad de elegir, así como hizo Taeyeon. Tal vez, no hubiera sido con ella, hubiera podido elegir a otra mujer, a otro u otra omega, alguien que él eligiera, entonces esperaría un cachorro, tendría el trabajo que soñaba cuando era adolescente y viviría fuera de esa manada.

Esos ya no eran sus deseos, ahora tenía otras metas y aspiraba a cumplir otros sueños. Pero entonces... ¿Era justo para ambos?. Sonaba para si mismo como un loco, preocuparse por lo que quería Namjoon. ¿Y si Namjoon deseaba cachorros? ¿Y si quería estar enamorado? ¿Ser amado de verdad? Para saberlo, tendría que hablar con él, y su orgullo era más grande, no llegaría donde el Omega, a comenzar una conversación como si nada luego de años, rehúsandose a hacerlo.

Peino una última vez su cabello, deseando no tener nuevamente esos pensamientos, pero sabiendo que lo haría, volvería a hacerse esas preguntas.

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Fue al otro día, que Namjoon y Seokjin se dirigieron al centro del pueblo, el omega algo nervioso pues estarían todo el día ocupados. Más que por dar a conocer finalmente el cambio de líder después de años, pues legalmente, Jin era el líder desde la noche anterior tras una ceremonia, ceremonia donde ningún Omega había estado, por supuesto, no era su lugar.

Namjoon vio las decoraciones y puestos de comida, la música y la gente reunida de la gran casa centra de la manada, donde celebrarían más que todo. Tembló un poco nervioso, saliendo del auto tomando la mano de Seokjin, saludando a las personas que estaban cerca por cortesía y entrando para saludar a sus familiares y demás, que los esperaban con comidas y bebidas colocadas en una larga mesa.

Namjoon, escucha. En un rato, tendremos que ir a decir lo que dice aquí, es solo para agradecer a la manada y dar promesa de lo que ya sabes, bueno... Solo debes leerlo, es solo para que sepas que dice, vendré en un rato, y entonces iremos a la tarima para eso. Puedes, no sé, estar por ahí mientras tanto... -el alfa le dio una pequeña carpeta, mientras acomodaba su cabello antes de alejarse sin decir a dónde o cuándo demoraba, Namjoon alzó los hombros, leyendo el contenido de la carpeta mientras se sentaba.

Al pasar de las horas, bastantes personas se acercaron a él para halagar su aspecto, dándole regalos y haciéndolo sentir nervioso, pasaba lo que dijeron sus amigos, que por cierto, no había visto.

Finalmente, Seokjin había regresado, simplemente sentándose a su lado mientras bebía de una botella de energizante, ignorando su mirada- Namjoon...

¿si, Seokjin? -vio una mueca vacilante en el rostro del alfa, que luego solo negó, son contestar, dándole a entender que no era nada

Lo que sea que diría, ya no era importante, pues ahora un beta les había avisado que debían prepararse para subir a la tarima. Seokjin solo tomó su mano, ayudándolo a levantarse para ir juntos fuera y subir sobre la plataforma que estaba en la calle, donde vio todas esas personas reunidas. Se sintió un poco nervioso, pero se hizo al lado del alfa que comenzó a hablar fluidamente, no sentía que fuera capaz de no hablar con algo de nervios cuando fuera su turno.

Lo hizo rápidamente, sin darse cuenta que terminó las formales palabras, seguro escritas por su abuela como siempre, hasta que escuchó los aplausos y sintió el jalón del alfa por su cintura, sonriendo nerviosamente mientras se alejaba del micrófono. Pensó que saldrían de allí, hasta que vio sus manos entre las del alfa, viéndolo al rostro con confusión.

¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo? -Seokjin gruñó, tomando su rostro entre sus manos antes de besarlo en los labios, dejándolo congelado. Su corazón casi se le sale del pecho, simplemente no podía alejarse, y aunque quisiera, él lo tenía abrazado.

Se quedó viendo el pecho del alfa, medio ido cuando esté lo abrazo, viendo hacia la manada reunida que los veían y sacándolo de ahí casi arrastrado por los hombros.

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Pobre Nam, me le robaron su inocencia de labios 😞✊🏻

Nam: ayuda, llamen a Dios

Nam: ayuda, llamen a Dios

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[margaritas] - JinNam©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora