Aprendí a soltar todo aquello que no me aportaba nada bueno, que me estancaba. Aprendí a soltar palabras de otros que lo decían para herir, por envidia, por maldad, por odio. Aprendí a soltar a personas que no me querían, que me hacían daño, que me hacían sentir mal conmigo misma, con mi cuerpo y con mis logros.
Soltando aprendí a agarrar con fuerzas a todos mis sueños y no dejar de luchar por convertirlos en realidad.
Carmen Delia

ESTÁS LEYENDO
Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridad
Non-FictionTodos pasamos por situaciones desagradables, que nos llegan a cambiar. Pero amarse en ese proceso no es fácil, pero no imposible. Aquí iré dejando escritos mis experiencias, que sinceramente, espero les sirvan, porque quiero que todo lo que he pasad...