Escribo

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Aún me recuerdo llorando porque no sabían amarme, valorarme, etc.

Aún me veo en ese lugar apartada, porque por mucho que intentara hacerme conocer, no encajaba, no hacía falta.

Me sentía rota, no me sentía ni siquiera una persona. Fantasma para muchos, y burlas para otros muchos. Enamorarme no quería, me puse una coraza grande y me aparté años del mundo entero.

Intentando desconectar mi corazón, mi mente, para no sentirme así, no me lo merecía, nadie merece sentirse excluido, y para no pensar que sería así por mucho tiempo, y así fue. Mucho tiempo.

Si eres emocional, te llaman exagerada, si amas con todas tus fuerzas, mal te lo pagan. Sólo encontré fidelidad en mis escritos, sólo encontré calma en mis gritos, sólo encontré esperanza en mis lágrimas, porque toda emoción hay que sentirla, para conocerte, para superar cualquier situación, y así despertar y demostrar quién eres y que lo vales.

Al igual que respiro, escribo, para mí es lo mismo, lo necesito, siempre necesito escribir, aunque muchos critiquen de mala manera algo tan bonito y tan valiente, que se le considera arte, y yo lo considero, salvación, sanación.

Donde soy menos impulsiva es escribiendo, ojalá fuese así cuando hablo y así medir lo que hago. Ojalá, pero no soy perfecta, y ojalá lo fuera, ojalá, pero no se puede. Nadie puede serlo. Por eso, me alcoholizo de inspiración, acelero sin mirar el precipicio, y si tiene que pasar, que pase, pero antes dejo otro escrito que de mí ser ha salido.

Carmen Delia

Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora