Niño, niña interior

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Y de pronto te ves con casi treinta años, con la muñeca de tus sueños, peinándola, como cuando de pequeña peinabas a otras muñecas.

Y empiezas a vivir, a sanar muchas cosas de ti, cosas que pensabas que no podrías sanar.

Lo que quiero decir, es que, si deseas algo aunque fuese de niño, que ahora que puedes, lo consigas.

Sí, no será lo mismo, dirás, pero no pierdas más tiempo pensando eso, y disfruta de lo que ese niño, niña, no pudo, y ahora sonreirá en tu corazón, dando más alivio a esta vida llena de caos.

Desconectar es necesario. Desconecta con lo que más te guste y te haga bien.

Carmen Delia

Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora