Una mujer de respetar

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Ahora yo decido mi destino, sé dónde ir y sé dónde no ir más.

No quiero perder el tiempo con personas pasajeras, ahora mi vida se basa en cumplir mis sueños y yo no soy de olvidar lo que deseo.

Antes lo hacía por amor y mal me pagaron, pero ahora mismo me amo, me amo tanto que no permito a nadie del pasado volver a hablarme, porque ahora sí sé ignorar, ya no pierdo el tiempo siguiendo el juego, que al final pierdo yo, porque les hice caso y eso es lo que quieren.

Ahora es momento de brillar como estrellas en el cielo, de ir a donde deseo y que vean mis pasos, mi andar seguro, libre, siendo diferente a los que están a mi alrededor.

No permito ni una, pero tampoco pierdo el tiempo discutiendo con quien merece mi silencio absoluto. Ahora miro a los ojos atenta, si me levantan la voz, no me rebajo, le haré saber que conmigo no y que no vuelva a hacerlo, si me mienten, ya no perdono ni una, sé que volverán a mentir, si me dejan de lado y regresan, no los acepto más en mi vida, porque ya no caben, si me piden perdón, puede que les perdone o no, es mi decisión y tengo el derecho de hacerlo o no, si me buscan me encuentran, pero no como antes, ahora estoy tan decidida de llegar a mis metas que no quiero distracciones.

Ahora si me ves en la calle seria, es porque el respeto se gana así, sólo sonreiré con gente amable, con gente que lo merezca, con los demás, que me vean una mujer de respetar, y si no te gusta, ya me gusta a mí.

Carmen Delia

Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora