Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridad

No merecemos golpes

En otro momento de mi vida hubiera saltado por esos comentarios tan crueles sobre mí, hubiera regresado a ese lugar que da miedo por algo de cariño, hubiera cogido el primer puente y lanzarme al vacío, hubiera llamado a quien me dio la espalda y decirle de todo, hubiera enviado mensajes insultando por dejarme en el abismo, la hubiera llamado pidiéndole explicaciones de por qué fue capaz de hacerme esto a mí y ponerme a todos en mi contra.

Pero la mujer de ahora ya no es como la de ayer, he madurado lo que me faltaba por madurar... y ahora a todos esos comentarios crueles que dicen de mí, los ignoro, porque sé quién soy, sé cuánto valgo, sé que todas esas palabras los definen a ellos no a mí.

Ese puente que querría tirarme en el ayer ahora lo cruzo con la cabeza en alto y decirme que venga todo lo que venga yo siempre lo superaré. Ya no llamaría a quien me dejó de lado, porque no me hace falta nadie que sea capaz de hacerme eso. Menos perdería mi tiempo en decirles los hp que son, etc... porque ya ellos saben lo que son y la vida les dará su merecido. Y a ella, mi más dulce dolor, que la querré toda mi vida pero sé que ha sido capaz de lo peor y lo mejor es que esté lejos, muy lejos donde sólo me quede con los recuerdos bonitos con ella, que todas éstas lagrimas que me duelen al derramar, me sigan haciendo más fuerte, que todas las canciones que cante mientras paseo, me den las respuestas y las ganas de vivir, porque merezco ser feliz, merezco cosas buenas.

No merecemos golpes, ni mentiras, ni que nos den la espalda, merecemos abrazos, besos, cariño, amor, mucho amor, ese amor que desde niña no sé lo que es, pero sé darlo, aunque después me lo devuelvan con daños, mentiras y traiciones.

Sigo adelante, y a ella, no pienso volver a hablarle, para eso tengo mis versos, los que nunca me han abandonado.

Carmen Delia