Y me imagino en una playa donde no hay nadie, sólo yo y mi sensación de paz. Respiro profundamente. Estoy tumbada escuchando las olas y mi corazón está en calma, sin ansiedad, sin miedos, sin intranquilidad, amando cada parte de mí.
Me salta una lágrima, pero no te asustes, es de felicidad, es de alivio.
De pronto te imagino aquí a mi lado, tumbado como yo y me has dado la mano. ¡Qué atrevido! Pero me gusta eso de ti. Que jamás me has soltado y te has quedado como has podido. Giro la cabeza y te miro mirándome y te pregunto por qué me miras. Me respondes al mismo ritmo de las olas que soy lo más bonito que puedes mirar y que te sientes en paz mirándome. Me sonrojo y esta vez sí te correspondo diciéndote que te quiero con todo mi corazón.
Vuelvo a mirar el cielo, escuchando cómo el mar me dice que se siente orgulloso de mi bravura. Tan brava como el mismo mar pero que siempre he querido enseñar lo mejor de mí al mundo entero, sobre todo a mí misma que me desconocía bastante.
Ahora me conozco mejor. Sintiéndome orgullosa de todo lo que he hecho y estoy haciendo. Parecía que no pero poco a poco cada día se logra mucho.
Todo se está yendo, lo malo me refiero, me quedo sólo con lo bueno y con lo que me aporte para el futuro. El 2023 se va y con él por fin todo mi pasado, y no, no digo que lo deje en el olvido, es imposible, pero estará ahí sin rozarme, sin molestarme.
Porque lo que ahora me importa soy yo, mi bienestar y que sigas aquí conmigo. Tú, mi mar calmado.
Carmen Delia
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Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridad
Non-FictionTodos pasamos por situaciones desagradables, que nos llegan a cambiar. Pero amarse en ese proceso no es fácil, pero no imposible. Aquí iré dejando escritos mis experiencias, que sinceramente, espero les sirvan, porque quiero que todo lo que he pasad...
