En realidad no nos duele que acabe otro año, nos duelen las personas que hemos perdido y ya no volveremos a escucharlas, a no volver a tener esa confianza que teníamos o peor aún, no las podremos visitar con regalos, con detalles inesperados o con una simple llamada para saber cómo están, ya sea porque no están entre nosotros o por otras razones que se nos clavan en el alma.
Nos duele haber perdido esa versión de nosotros en las que reíamos más o veíamos el mundo con más ilusión, como la de un niño pero tenemos esta versión que aún le queda por ir mejorando.
Quizás esto es ser adulto, ser más maduro, más estable.
Pero cuánto duele.
Y nos miramos entre recuerdos que nos dejan menos cuerdos, con el corazón más roto, con la vida más vacía y algo elástica.
Son estas fechas las que nos recuerdan mejor lo mucho que echamos de menos. Si tienes a alguien que te quiere, no hagas cosas estúpidas y quiérela, créeme, los días de lluvias son más bonitos con quien disfruta contigo cuando hay sol y se queda contigo escuchando llover y tus preocupaciones, toda la tarde o toda la noche.
Llega otro año, donde podemos hacer las cosas mejor que nunca y no rendirnos porque si hemos llegado hasta aquí, es para mucho más y mejor.
Carmen Delia

ESTÁS LEYENDO
Superación personal y cómo amarse a pesar de la oscuridad
No FicciónTodos pasamos por situaciones desagradables, que nos llegan a cambiar. Pero amarse en ese proceso no es fácil, pero no imposible. Aquí iré dejando escritos mis experiencias, que sinceramente, espero les sirvan, porque quiero que todo lo que he pasad...