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.—¿Estás seguro de que Lio te quiere?
—Sé que me quiere, él me lo dijo. Simplemente es difícil tomar una decisión.
—Guillermo, eres demasiado ingenuo.
—He hablado con él, sentimos lo mismo. Queremos estar juntos, pero hay muchas cosas en juego que debemos considerar, como nuestros matrimonios, nuestras familias y hasta la afición. Es un tema complicado.
—Si Lio realmente te quisiera, ya habría tomado una decisión. No se anda con rodeos, él sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Simplemente no quiere comprometerse contigo.
—Estás siendo muy cruel.
—¿Cruel con mis palabras o porque las cuerdas están demasiado apretadas?
—Estoy bien con las cuerdas, Luka.
El croata se acercó a Guillermo y le dio un beso suave, pero él no podía moverse debido a las ataduras que lo aprisionaba.
—Eres fascinante, Guillermo. Todo tu cuerpo revela cuánto amas a Lio. Tu mirada brilla al hablar de él, tu cuerpo reacciona. Sé que lo amas. Sin embargo, aquí estás conmigo, suplicando que te lastime. ¿Qué tanto daño te hizo ese maldito argentino?
Guillermo no dijo nada, cerró los ojos y se dejó llevar. No se trataba de reemplazar a Lio con Luka, los dos sabían muy bien que esto era un desahogo para Guillermo, le atraía simplemente y para Luka, solamente otra oportunidad de poder tener el control en una persona.
—Me sorprende tu decisión—dijo Luka tomando un látigo—me sorprende que realmente quieras estar con él.
—¿Por qué lo dices?—preguntó Guillermo.
Apenas terminó de hablar Luka le dio una fuerte bofetada en el rostro.
—No te hice ni una pregunta para que respondieras.
—Lo siento—dijo Guillermo bajando la cabeza.
—Pueden ser amantes, tanto como quisieran—lanzó un latigazo al suelo que asustó al mexicano—A su mujer eso no le molesta.
Guillermo, luchando contra el dolor, mantenía los puños apretados con firmeza. A pesar de la angustia y la humillación que experimentaba, algo oscuro dentro de él encontraba un extraño placer en el sadismo de Luka.
Un rastro de satisfacción se dibujó en el rostro de Luka al percatarse del deleite que causaba en Guillermo.
—Interesante. Parece que no eres tan ajeno a estas sensaciones como aparentas —murmuró Luka, trazando con el látigo un camino de dolo sobre la espalda del mexicano.
Guillermo, con la mirada aún baja, luchaba por mantener la determinación en medio de la tortura. Su mente estaba inundada de pensamientos sobre su relación con Lio y cuánto más tiempo debería soportar el sufrimiento de estar separados.
Sabía que la decisión final recaería en manos del argentino, pues él tenía la respuesta en su corazón.
El mexicano, envuelto en una amalgama de emociones contradictorias, se debatía internamente. ¿Cómo podría encontrar cierto placer en algo tan doloroso y degradante? Su mente se nublaba con pensamientos turbios mientras la tensión en la habitación aumentaba.
Mientras Luka azotaba sin piedad la espalda de Guillermo, este mantenía los ojos cerrados en su mayoría, sólo ocasionalmente se atrevía a mirar al suelo de forma furtiva. Cada golpe era una mezcla de dolor y excitación, una extraña forma que le recordaba lo complicada que era su situación.
—Es fascinante cómo no puedes dejar de pensar en él —susurró Luka, disfrutando cada latigazo que infringía en el cuerpo de Guillermo, sin ocultar su satisfacción— Me fascina que te sientas tan miserable que debas recurrir a mí para encontrar alivio a través del dolor físico. No puedes imaginar cuánto me complace.
El mexicano apretó el rostro con dolor, pero se negó a mostrar debilidad frente a Luka. A pesar de la angustia y humillación a las que era sometido, se aferraba a su fortaleza interior, negándose a ceder ante el sadismo y la manipulación de Luka.
Luka finalmente detuvo los golpes y comenzó a desatar cuidadosamente a Guillermo de las cuerdas que lo habían mantenido prisionero. El cuerpo de Guillermo estaba marcado por el enrojecimiento de su piel, su rostro hinchado y las lágrimas que habían surcado su rostro.
El profundo dolor que lo consumía no se limitaba solo a lo físico, era un dolor que trascendía, un vacío palpable.
—Ven, acércate —dijo Luka con voz suave, guiando a Guillermo hacia la cama— Vamos a acostarnos.
Guillermo se acostó en la cama y se acurrucó instantáneamente, dejando que las lágrimas siguieran fluyendo. La presencia reconfortante de Luka le brindaba cierta calma en medio de su angustia.
Luka se tumbó a su lado, acariciando con delicadeza las heridas de Guillermo.
—Gracias —murmuró Guillermo entre sollozos—Necesitaba esto.
Luka asintió comprensivamente, entendiendo la necesidad de Guillermo de encontrar un escape en ese momento.
—Amas a Lio demasiado, ¿verdad? —confirmó Luka, reconociendo la profundidad de los sentimientos de Guillermo.
—Sí —susurró Guillermo, afirmando con determinación su amor incondicional por Lio.
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Los amo💖
Besitos de vainilla para todes<3
Feliz cumpleaños a Lio, mi cabrita🐐
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Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]
Любовные романыLio y Guillermo se dan cuenta que las fans hacen historias de ellos siendo pareja. Una pareja a punto del divorcio. Una pareja con relación abierta los invitan de vacaciones. Una nueva relación se formará. ----- Lio y Guillermo: versátiles.