101 Comienzo contigo y sigo contigo.

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Disfruten✨

—¿Estás listo amor?—pregunto Lio con toda la calma posible mientras tomaba una de las manos de su amado.

—A decir verdad, no Lio. No estoy listo— el mexicano bajó la cabeza y comenzó a rascarse los dedos de las manos.

El argentino se acercó a darle un beso, acarició el rostro del mexicano y le sonrió con ternura mientras tomaba las dos manos de Guillermo para que este dejara de lastimarse. Odiaba ver nervioso al hombre que amaba.

—Amor, yo tampoco estoy listo. Créeme que tengo pánico a lo que está por venir, pero sabes algo; ya no me importa. Esta vez, ya no me importa.

Guillermo sonrió ante las palabras del argentino. Le daban seguridad, debía confiar en lo que podría venir.

—Siempre viví a la orilla de un precipicio. Con Anto y nuestro tipo de relación me di cuenta que no había límite en nada. Ya no quiero eso Guille, quiero estar contigo. Ya no me importa que vendrá. Yo quiero estar contigo.

—Lo entiendo, tengo miedo de la afición y la prensa.

—Guille, a la mierda la afición y a la mierda la prensa. De todas maneras me critican y hablan mal de mi. No estamos para complacer a esas personas.

El mexicano comenzó a reír. Ambos se acercaron para darse un tierno beso. 

—Te amo— dijo Guillermo— gracias por ayudarme en tantos aspectos de mi vida.

—Estamos en esto y estando contigo me siento más feliz.

Guillermo se abrazó a él, necesitaba de su amado para sentirse protegido. Lio lo abrazó haciéndole sentir seguro, envolviéndolo en sus brazos.

—Es un día importante para mi y quiero que estés a tu lado, solo así podré hacerlo.

Esta sería su primera aparición en Miami, la presentación de Lio ante su nuevo club y él quería hacerlo de la mano de su nuevo amor, solo así podría sentirse libre de atravesar por primera vez el camino de dejar atrás Europa y comenzar de nuevo.

Esa tarde de Lunes, estaba húmeda y un poco nublada, esperaban que se despejara pero había una pasiva lluvía que se esparcía por toda la ciudad.

Lio y Guillermo iban camino al estadio juntos, durante el camino hablaban de lo nerviosos que se encontraban pero estar juntos en esto les daba una calma inexplicable.

Al llegar, se bajaron y caminaron tomados de la mano. Era obvio que todos lo veían notando su relación, hasta ese momento nadie sabía de su amor y todos los presentes esperaban ver a Anto bajar de esa camioneta junto con el delantero. Pero solamente la sorpresa se hizo llegar, porque nadie hizo ningún tipo de comentario, Lio y Guillermo caminaron juntos de la mano por el largo pasillo hasta llegar al área de oficinas del estadio donde se encontraron con David.

Lio y David se dieron un saludo cálido, aprendiendo las manos y después un abrazó, en ese momento David simplemente se dirigió a Guillermo para saludarlo sin hacer ningún tipo de pregunta indiscreta.

—Creo que conoces a Guillermo ¿cierto? — dijo Lio mientras David saludaba al mexicano.

—Si, si.

—Ahora estoy con él— dijo Lio— estamos en una relación.

—Que bien, me alegra— respondió con una sonrisa sincera— me alegra por ambos.

David, se mostró muy sonriente y atento con ambos.

—¿Estás listo?— preguntó David.

El inglés mostrándose muy contento dió una palmada en la espalda del argentino mostrando entusiasmo.

—Si, muchas gracias por esta oportunidad.

Pudo notar que Lio y Guillermo no se soltaron de la mano ya que después del saludo volvieron a buscar la mano del otro para seguir así.

Empezó a llover un poco más, antes de que comenzara el evento vieron como llegaba Anto y Karla con todos los niños, eso los reconfortó. Poder ver a los chicos les alegraba el alma y para Lio tenerlos cerca era su fuente de energía. 

—Lio por aquí— uno de los dirigentes del evento llamaba al argentino para salir al campo— ya es hora, es tu turno.

Por el largo pasillo del salón donde se encontraban hasta el campo de juego Lio y Guillermo apretaban sus manos y se veían intercambiando sonrisas.

Ya estaban relajados y se dieron cuenta que solo importaban ellos dos y lo que sentían, no importaba nada más, no importaba la afición, no importaba la prensa. Importaba solamente su relación.

Lio caminó hacia el campo de juego, sintiendo el apoyo de Guillermo a su lado. La lluvia continuaba cayendo, pero eso no les importaba en absoluto. El sonido de sus pasos resonaba en el pasillo, y podía sentir el latido de su corazón acelerado.

Cuando finalmente emergieron al campo, la ovación de los aficionados fue ensordecedora. Los gritos de apoyo, las pancartas y los cánticos llenaban el estadio. Lio sintió una oleada de emoción y gratitud por el cálido recibimiento.

El estruendo de la multitud se mezclaba con el sonido de la lluvia, creando una atmósfera mágica y única. Lio levantó los brazos en un gesto de agradecimiento y sonrió ampliamente hacia la afición, sintiendo que su corazón se llenaba de alegría.

Guillermo, a su lado, no dejaba de aplaudir y sonreír, compartiendo el momento de triunfo de Lio con orgullo.

El presentador del evento le entregó el micrófono a Lio, y el argentino miró a la multitud con gratitud antes de comenzar a hablar.

—¡Hola Miami! —exclamó Lio, su voz resonando en el estadio— Estoy muy emocionado de estar aquí hoy. Quiero agradecerles a todos por su apoyo y por darme la bienvenida a esta gran ciudad y a este increíble club.

La multitud rugió de alegría y aplaudió con entusiasmo.

—Quiero compartir algo especial con ustedes hoy —continuó Lio— No solo se trata de mi presentación como jugador de este club, sino también de un momento muy importante en mi vida personal.

Lio miró a Guillermo, quien le sonrió con cariño y asintió.

—Como muchos de ustedes saben, esta ciudad es un nuevo comienzo para mí, y lo estoy haciendo con una persona muy especial a mi lado. Guillermo es alguien a quien amo profundamente, y quiero que todos conozcan nuestra relación.

La multitud se llenó de aplausos y vítores, mostrando su apoyo al amor de Lio y Guillermo.

—Así que, en este día importante, quiero agradecerles por estar aquí, por su apoyo incondicional y por permitirme compartir este momento tan significativo en mi vida con todos ustedes.

Lio tomó la mano de Guillermo y la levantó, mostrando su unidad ante la afición. La multitud respondió con aún más aplausos y ovaciones.

—Este es un nuevo capítulo para mí, tanto en mi carrera como en mi vida personal, y estoy emocionado por lo que está por venir. Gracias por ser parte de este viaje conmigo. ¡Vamos juntos, Miami!

La multitud estalló en aplausos y cánticos de apoyo mientras Lio y Guillermo se retiraban del campo, sabiendo que tenían el amor y el respaldo de todos los que estaban presentes. Era un nuevo comienzo, un capítulo emocionante que estaban listos para enfrentar juntos, sin importar lo que el futuro les deparará.

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Los amo💖

Besitos de vainilla para todes<3

Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora