Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]

88 En tu mirar cure mi fiebre.

✨Disfruten✨
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El título de este cap lo saque de una frase de esta canción. Tenía mucho sin escucharla, me acorde de ella y me inspiró mucho para el capítulo de hoy. Espero puedan escucharla también💖

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—Bueno chicos, creo que todo quedó más claro. Así que si me permiten quiero llevarme a Karlita de nuevo a la habitación—dijo Anto tomándola del brazo.

La mexicana sonrió.

—Me encanta que pasen tiempo juntas—dijo Guillermo acercándose a Karla y dándole un beso suave.

—Que disfruten—dijo Lio mientras las dos mujeres se alejaban.

Al mismo tiempo Lio abrazo a Guillermo.

—¿Estás molesto?—le preguntó.

—No, pero... fue raro lo que propusiste.

—Lo hice por nosotros. Karla no iba a ceder.

—Entiendo eso Lio, pero estar los cuatro juntos será raro.

—Guille, será como cuando nos conocimos. Estuviste primero con Anto que conmigo, te lo recuerdo—dijo entre risas.

—Pero ahora solo quiero estar contigo—dijo acercándose y besando el cuello del argentino.

—Tranquilo mi amor. Sabes que te amo y no te voy a descuidar en lo absoluto.

Los dos hombres se abrazaron, necesitaban el uno del otro. Su conexión era demasiado real para renunciar a ella. Sabían que en este punto era aceptar esto o no estar juntos y ellos no iban a separarse.

—¿Qué pasa si Karla quiere estar contigo?—preguntó Guillermo curioso.

—Eso no pasará porque Anto es una reina y la mantendrá ocupada, además Karla no va a querer estar conmigo, va a querer estar contigo.

—Ya que lo dices, es verdad—el mexicano se quedó pensativo.

Estudiaba las posibilidades que ahora se le presentaban al haber aceptado esta nueva dinámica de pareja, no tenía miedo de estar con otras personas. Simplemente en su corazón solo estaba Lio y nadie más.

—Guille...—dijo suave el argentino para sacar al portero de sus pensamientos.

—Si amor...

—Vamos a estar bien, Karla va a estar bien.

—Me hubiera gustado que aceptara esto al igual que Anto.

—Anto ya ni quiere besarme—dijo entre risas.

Guillermo soltó una carcajada al escuchar eso.

—¿Ni eso quiere?

—No, ella dice que ya soy completamente tuyo—dijo besándolo de nuevo.

—Eres mio—profundizando más el beso—ya vámonos a la habitación—le dijo besando su cuello y tocando su miembro que se estaba endureciendo.

—Aquí podemos quedarnos—dijo Lio levantando la camisa de Guillermo—aquí está bien.

Los dos hombres se besaban con desesperación, de alguna manera sentían alivio de saber que estarían juntos.

Guillermo y Lio habían compartido momentos de complicidad anteriormente pero esta vez era diferente. El ambiente estaba impregnado de una tensión eléctrica.