Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]

99 La llegada.

Disfruten✨✨✨

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Lio y Guillermo habían esperado con emoción en el departamento en Miami. El aire estaba impregnado de una agradable humedad tropical que les recordaba que estaban lejos de su espacio habitual pero se creaba una atmósfera cálida, digna de un nuevo hogar

Los dos hombres estaban ansiosos por recibir a Karla y Anto junto a los niños. Mientras tanto, aprovecharon para asegurarse de que todo estuviera listo para darles la bienvenida. Encendieron algunas velas aromáticas y ajustaron los cojines en el sofá para crear un ambiente acogedor.

Lio miró por la ventana y comentó con una sonrisa:

—El clima aquí es tan diferente al nuestro, ¿verdad? Pero me encanta esta sensación tropical.

Guillermo asintió mientras ajustaba un cuadro en la pared.

—Sí, es un cambio agradable. Y lo mejor de todo es que estamos aquí juntos. Estando contigo.

Mientras hablaban, escucharon el sonido de risas y voces familiares que se acercaban. El corazón de ambos comenzó a latir con más fuerza de emoción. Sabían que pronto estarían abrazando a sus seres queridos.

La puerta se abrió y Karla y Anto entraron, enseguida entraron los niños. Hubo abrazos, besos y risas en la entrada, una explosión de alegría que llenó la casa.

—¡Papá!—exclamaron los niños con entusiasmo mientras cada uno se abalanzaba sobre ellos.

"Hola papá, hola Guille, hola Lio" era lo que se escuchaba de cada niño dirigiéndose a ellos.

Lio y Guillermo los rodearon con brazos abiertos, sintiéndose completos y felices al reunirse con su familia en este nuevo capítulo de sus vidas.

—¿Cómo estuvo el vuelo, todo tranquilo?—Preguntó Guillermo.

—Si papá, todo bien. La verdad que estar todos en el mismo vuelo fue bueno. Me la pase muy bien con ellos—comentó Laura sobre los hijos de Lio.

—Me alegra que se lleven tan bien—respondió Lio moviendo algunas de las maletas.

—¿Papí cual será mi habitación?— preguntó Matias curioso.

—No prefieren que comamos algo y después les mostramos— propuso el mexicano.

"No, no. Ya queremos saber" se escuchaba de todos los niños presentes.

Lio y Guillermo se tomaron de las manos para dirigir al grupo hacía el área de las habitaciones en el lujoso departamento.

—Bueno, este es el pasillo hacía las habitaciones— dijo un poco nervioso esperando la aprobación de los chicos— vamos.

El lujoso departamento era bellísimo, bien iluminado y espacioso, con una decoración moderna y muebles elegantes. Los niños recorrieron el pasillo con ojos curiosos, admirando la belleza de su nuevo hogar. Lio y Guillermo los guiaron hacia las habitaciones, emocionados por mostrarles sus nuevos espacios.

—Está habitación será compartida—dijo Lio, abriendo la puerta de una habitación decorada en tonos suaves y con dos camas— es para los más pequeños, Carlos y Gerardo.

Los dos niños entraron corriendo explorando la habitación y sonriendo en todo momento.

—¡Es genial, papi! ¡Me encanta!— dijo emocionado Carlos.

—Me gusta mucho papi, gracias papi y gracias Lio— dijo Gerardo con ternura.

Los demás niños esperaban ansiosos su turno para descubrir sus habitaciones. Guillermo abrió la puerta de otra habitación, decorada con colores vivos y un escritorio.