-Vamos a rodear por una pequeña colina para llegar a la playa.-Está bien-respondió el de rizos.
Guillermo estaba nervioso, sentía muchos nervios por salir y caminar con Lio. Iba detrás siguiendo los pasos del delantero el cual iba sin ningún problema caminando con la mirada al frente. Contrario a él pues iba con la mirada baja y sus pasos eran más calmados.
Caminaron poco más de quince minutos, hasta donde podían ver una pequeña área rodeada de árboles y vegetación, al fondo podía verse el mar.
Los dos se adentraron a un caminito poco estrecho, ya que era una playa pequeña a la que se daba acceso.
Al llegar se sentaron uno al lado del otro viendo al mar. Lio sacó de la bolsa de tela los mates y dos termos, comenzó a prepararlos.
Guillermo estaba rascando sus dedos de las manos con fuerza, haciendo algunas marcas en ellos.
Lio lo noto.
-¿Que pasa?-le pregunto.
Guillermo continuó rascando entre sí sus dedos, las marcas ya eran grandes surcos y algunas ya estaban rojas.
-¿Que pasó?-volvió a preguntar.
-Na-nada-respondió nervioso.
Lio siguió preparando los mates una vez listo le dio uno a Guillermo, este cuando le dio la mano para sostener el vaso pudo ver las marcas en sus dedos más de cerca.
-No hagas eso-le dijo.
-Me quiero regresar-dijo nervioso Guillermo.
-Podemos buscar otro sitio si este no te parece.
Guillermo continuaba rascándose los dedos esta vez con mucha fuerza, en uno de ellos se formó una pequeña cortada, nada profunda pero suficiente para ser visibles dos gotitas de sangre.
-Me quiero regresar-su voz se escuchaba quebrada.
Lio no lo pensó más, tomó todo lo que había llevado metiéndolo a la bolsa. Se puso de pie y ayudó a levantarse a Guillermo.
-¿Estas bien?-pregunto Lio, realmente no quería incomodarlo. Solamente saber que tenía o que detonó su estado de ánimo.
-No, no quiero estar aquí.
Y comenzó a caminar más deprisa. Estaban regresando rápidamente por el mismo camino de regreso a casa.
Lio tenía muchas dudas de la actitud de Guillermo, no podía entender que pasaba por su mente o que había sido el causante del cambio tan repentino.
Pasaron miles de cosas por la mente de Lio, pero la más fuerte era pensar que Guillermo ya no quisiera estar con él y es que para Lio el intimidar con el mexicano había sido excepcional y no quería volver a perder la oportunidad.Llegaron a la casa y Guillermo camino directo al jardín, Lio iba siguiendo sus pasos. El portero empezó a respirar de manera más agitada, de nuevo sentía esa horrible sensación de náuseas y ganas de vomitar.
Sentía que todo a su alrededor se movía, y sentía como si llegara una arcada pero terminaba solamente en tos. Se recostó en el pasto.
El argentino se acercó.
-¿Que pasó?-le preguntó.
-Perdón-respondió Guillermo.
-Hey, no pasa nada-le hizo sentir confianza-esta bien. Solo quiero saber cómo estás.
-Yo...-le costaba hablar-yo, me dio miedo estar fuera contigo.
-Entiendo, ¿que nos vean juntos?
-Perdón-se tapa la cara con las mano.
Lio se recostó a su lado.
-Oye, esta todo bien. Podemos estar aquí y tomar los mates aquí si aún quieres.
-Si, si quiero.
-Ya que estes un poquito mejor, puedo esperar.
Lio tomó la mano de Guillermo en la cual se hizo la pequeña herida y acarició con sus dedos los dedos del mexicano.
Ya estaba oscureciendo, se quedaron un rato más viendo el cielo mientras Guillermo se recuperaba.
Cuando Guillermo dijo:
-Ya estoy bien.
Lio se acercó y lo beso.
-------------------
Besitos de vainilla para todes <3
Notita de la autora: ya había aclarado en un tiktok porque Guille tiene estas sensaciones como en el cap 4.
ESTÁS LEYENDO
Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]
RomanceLio y Guillermo se dan cuenta que las fans hacen historias de ellos siendo pareja. Una pareja a punto del divorcio. Una pareja con relación abierta los invitan de vacaciones. Una nueva relación se formará. ----- Lio y Guillermo: versátiles.