108 Una parte de nosotros.

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Disfruten✨

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Después de una noche mágica llena de amor y ternura, Guillermo y Lio despertaron con el sol de la mañana, abrazados con cariño.

El nuevo día marcaba el comienzo de su matrimonio y pensaban en su luna de miel y el tiempo que tendrían para relajarse y celebrar su amor.

Se levantaron lentamente y se dirigieron al balcón de su habitación. Ante ellos se extendía un hermoso paisaje, el sonido suave de las olas rompiendo en la orilla llenaba el aire.

Lio tomó la mano de Guillermo y dijo con una sonrisa radiante:

—Guillermo, ¿puedes creer que estemos aquí juntos, celebrando nuestro matrimonio?—después besó la mano del mexicano en señal de cariño.

Guillermo le devolvió la sonrisa y asintió:

—Es un sueño hecho realidad, Lio. No hay otro lugar en el mundo donde quisiera estar en este momento. Te amo y solo quiero estar contigo.

Se alistaron con tranquilidad, querían ver a sus hijos antes de salir de viaje. 

La reunión fue breve pero necesaria para poder ausentarse varios días de su familia. Los dos amaban estar con sus hijos, pero en este momento estar ellos solos y disfrutar de sus primeros días de matrimonio era necesario.

Su Luna de miel consistía en un viaje en barco varios días, recreando un poco el viaje en el que se conocieron.

Decidieron pasar su primer día en la casa con muelle de donde partirían el primer día, caminando por la playa de la mano y sumergiéndose en las aguas cristalinas. Cada momento juntos era una oportunidad para profundizar su conexión y crear recuerdos preciosos.

Por la tarde, regresaron a la casa, donde encontraron una sorpresa especial: una cena romántica preparada solo para ellos. La mesa estaba decorada con velas y flores frescas, y el aroma de la comida deliciosa llenaba la habitación.

Mientras compartían la cena, Guillermo y Lio brindaron por su amor y su futuro juntos. Hablaron de sus planes y sueños, de los lugares que querían visitar y de las aventuras que esperaban experimentar.

Después de la cena, se acurrucaron en el sofá, mirando las estrellas a través de la ventana. Guillermo rodeó a Lio con sus brazos y susurró al oído de Lio:

—Lio, esto solo es el comienzo de nuestra vida juntos.

Lio asintió con ternura y respondió:

—Guillermo, cada día contigo es un regalo. No importa a dónde vayamos, siempre estaremos juntos.

Al día siguiente por la mañana, Guillermo y Lio se despertaron con una sensación de emoción y anticipación. Sabían que este viaje sería un capítulo especial en su historia de amor.

Después de un desayuno tranquilo en la terraza con vista al mar, decidieron explorar más a fondo una isla en la arribaron horas despues. Alquilaron bicicletas y se aventuraron por pintorescos senderos costeros, disfrutando de la brisa marina y la belleza natural que los rodeaba.

Durante su paseo en bicicleta, se detuvieron en un mercado local y se deleitaron con sabores auténticos de la región. Probaron platos exquisitos y compartieron risas mientras disfrutaban de la comida.

Luego, se dirigieron a una cancha de fútbol local, donde se unieron a un grupo de niños locales en un emocionante partido de fútbol. Guillermo y Lio demostraron sus habilidades en el campo, riéndose y disfrutando de la competencia amistosa.

Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora