90 Elección.

132 19 2
                                    

Disfruten✨.
.
.
.
.
.
.

—Eres tan hermosa—dijo Anto mientras acariciaba el rostro de Karla.

Después de pasar un momento de intimidad las dos mujeres se encontraban acostadas en la cama viéndose de frente.

—Eres demasiado hermosa—volvió a decir Anto, esta vez inclinándose para sellar sus labios con un beso en los de la rubia—tranquila... estás temblando.

—Anto, no sé de qué manera empezar—admitió —yo...

—Karla, sabes que siempre puedes confiar en mí —insistió Anto, acercándose de nuevo para sellar sus labios en otro beso—Sea lo que sea, estoy aquí para escucharte

—Lo que mencionaron acerca de vivir los cuatro juntos... —Karla se tomó un momento para respirar antes de continuar—¿Es para que Guillermo y Lio puedan estar juntos, verdad?

Anto se sentó en la cama, cubrió su cuerpo con la sábana y dio una sonrisa.

—Karla, hay cosas de las cuales pensamos distinto. No está mal, todos pensamos diferente. Sin embargo, existe un aspecto crucial en el que el mundo sería más hermoso si todos compartiéramos la misma visión.

La mexicana miró expectante, no sabía qué esperar ahora.

—¿Que cosa?—dijo dudosa.

—El amor, el amor no es una pertenencia, tampoco es una condición, es totalmente una elección. No deberíamos considerar que alguien nos pertenece por amarlo, ni tampoco deberíamos establecer condiciones para otorgar o recibir amor. Es un sentimiento basado en el respeto mutuo, la comprensión y la voluntad de cuidar y apoyar a la otra persona.

La mexicana permaneció callada, pensaba con profundidad las palabras que Anto había mencionado. Llevo sus manos al rostro y sollozo casi en silencio.

—Karla, el amor que alguien siente por mí no hace que esa persona me pertenezca. Ni siquiera mis hijos me pertenecen por el amor que les tengo, ellos al final cada uno hará su camino. De la misma manera con Lio, es muy profundo el amor que nos tenemos, pero ese amor no está condicionado para que nunca se vaya de mi lado.

—¿Siempre supieron eso?—pregunto.

—Los dos nos amamos Karla, se que Lio siente amor por mi y yo siento amor por él. Pero ese amor que le tengo es lo que me impulsa a verlo feliz. Yo quiero que sea feliz.

—Yo quiero que Guillermo sea feliz—respondió Karla sonriendo.

Anto se acercó a ella.

—Permite que ambos sean felices.

La argentina volvió a besar a Karla.

—Karla, sé que esto puede ser difícil de entender, pero el amor no es posesión. Es un sentimiento que nos une y nos fortalece, pero no nos da derecho sobre la felicidad o las decisiones de la otra persona —explicó Anto con sinceridad, mirando fijamente a los ojos de Karla.

Karla asintió, sus ojos llenos de reflexión.

—Entiendo lo que dices, Anto. Quiero lo mejor para Guillermo, y sé que eso significa permitirle ser libre para buscar su propia felicidad.

Anto le sonrió con ternura.

—Exactamente. Y tú mereces la misma libertad. El amor no debe limitarte ni encerrarte en un camino que no elijas.

Karla dejó escapar un suspiro, como si hubiera liberado un peso que llevaba dentro.

—Me alegra tener a alguien como tú a mi lado, alguien que me entiende y me apoya. Sabes que esto es difícil para mí y aún así encuentras las palabras para hacerme entender.

—Karla, siempre estaré aquí para ti, para apoyarte en cada paso—dijo Anto con suavidad, acariciando el cabello de Karla con cariño.

Las dos mujeres se abrazaron con una mezcla de cariño y gratitud. En ese momento, las palabras se volvieron innecesarias, pues el entendimiento entre ellas hablaba más fuerte que cualquier diálogo.

Las dos deseaban la felicidad de Guillermo y Lio.

Ambas deseaban la felicidad de Guillermo y Lio, y entendieron que permitirles ser libres en sus elecciones era una manifestación genuina de amor. En ese abrazo, Karla encontró la fortaleza para enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera traerle, sabiendo que tenían una conexión profunda y un apoyo inquebrantable con Anto.

Karla se apartó ligeramente del abrazo y miró a los ojos de Anto con gratitud.

—Anto, no sé cómo expresar lo agradecida que estoy por tenerte a mi lado. Tienes una sabiduría y una comprensión que me inspiran a ser una mejor persona.

Anto sonrió suavemente y acarició la mejilla de Karla con el dorso de su mano.

—Karla, el camino del amor y la comprensión es un viaje constante.
Karla asintió conmovida y se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.

—Quiero aprender de ti, Anto. Quiero aprender a amar de una manera más libre y auténtica, como tú lo haces.

Anto la abrazó de nuevo, reconfortante para después besarla de manera profunda.

—Juntas encontraremos la forma, Karla. El amor siempre es una oportunidad para crecer y ser mejores. Y eso es lo que deseamos para Guillermo y Lio: que encuentren su felicidad en su propio camino, al igual que lo estamos haciendo nosotras.

Karla sonrió mientras enjugaba una lágrima que asomaba en su ojo.

—Gracias, Anto.

Anto la besó de nuevo.

—Siempre, Karla. Siempre estaré aquí.

Karla y Anto salieron de la habitación, su conexión aún palpable en sus miradas y gestos. Al llegar al final del pasillo, se encontraron con la tierna imagen de Guillermo y Lio dormidos en el sofá, abrazados como si el mundo no tuviera más importancia que ese momento.

Karla sonrió al verlos y se acercó sigilosamente. Se arrodilló junto al sofá y acarició suavemente el cabello de Guillermo. Anto se unió a ella, observando a Lio con cariño solo fue un momento y se sentaron en el sillón frente a ellos.

—Mira lo hermosos que son juntos, incluso cuando están dormidos —susurró Anto con ternura—Esta es la esencia del amor verdadero. El tipo de amor que no busca posesiones ni condiciones, sino que simplemente está ahí, sincero y desinteresado —dijo Anto con una sonrisa.

Karla asintió, mientras una lágrima de emoción brillaba en su ojo.

—Creo que finalmente entiendo lo que dijiste, Anto. El amor no trata de controlar ni de aferrarse, sino de permitir que la otra persona sea libre para ser ella misma y encontrar su propia felicidad.

Anto le tomó la mano con cariño.

—Exacto, Karla. Y también se trata de compartir momentos como este, donde vemos la belleza de sus corazones unidos en el sueño. Así es como deberíamos estar todos, ¿no crees?

Karla asintió de nuevo, sus ojos brillando con entendimiento.m

—Sí, Anto. Ya lo pude entender. Apoyar a Guillermo es el acto de mayor amor que puede tener de mi parte.

Juntas, contemplaron a Guillermo y Lio, perdidos en un sueño sereno. En ese instante, sintieron una profunda gratitud por el amor que ellos compartían, por las lecciones que habían aprendido y por el futuro que construirían.

—————————-———————————

Los amo💖

Besitos de vainilla para todes <3

Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora