Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]

54 Los cristales

5 horas después.

—Eres un idiota Lio, si querías que se fuera se lo hubieras dicho. Le pudiste decir de manera molesta, tienes derecho a molestarse. Pero lo que hiciste, lo que hiciste Lio fue horrible, jamás pensé que fueras capaz de hacer algo así.

Anto hablaba con mucha molestía, gritaba bastante exaltada reclamando a su esposo por la manera en la que hizo que Luka se fuera del barco.

—¿Lo sigues defendiendo?—el delantero entró al baño y se mojó la cara—No me arrepiento de lo que hice, ya quería que se fuera.

—No lo defiendo—Anto se puso de pie detrás de su esposo.

—¿No?—Lio se dio vuelta viendo a su esposa—que mentirosa eres.

—No me molesta que lo hayas corrido, me molesta la manera en que lo hiciste.

La pareja salió del baño, Anto se sentó en la cama y bajó la cabeza. No le gustaba sentir lo que sentía en ese momento. Luka se había ido del barco y no había quedado en buen termino con su esposo. Ella estaba entre la espada y la pared, amaba a su esposo pero todo lo que Luka le entrega es único y especial para ella, nadie jamás le ha hecho sentir lo que Luka hace en ella, esa reacción de su cuerpo sabía perfectamente que le pertenecía al jugador croata y aunque es difícil de admitir y de enfrentar con su esposo muy en el fondo sabe perfectamente que gran parte de ella es de Luka.

—Anto, si sigues así. Vas a causar un problema entre nosotros.

—¿Por qué yo?—respondió a la defensiva.

—Que hija de puta eres.

—Lio, no quiero que esto cambie algo en nosotros. No quiero que seamos diferentes.

—La audacia, esto de verdad es audaz de tu parte. No es posible que digas eso. Anto, acabas de romper algo que no se puede volver a pegar. Lo siento.

Lio hablaba tranquilamente, no se sentía distinto, no sentía ni desesperación ni temor. Solo veía como crecía un abismo entre su esposa y él.

—Lio, por favor. Jamás voy a estar de lado de Luka, tu eres mi esposo.

—Ahora no quiero hablar.

—Lio, háblame.

—Ya no puedo confiar en ti.

—Lio, no es verdad. Somos los mismos.

—Lo siento Anto.

La argentina veía a su esposo, sentía mucha impotencia. Deseaba haberle dicho desde hace mucho tiempo.

—¿Desconfías de mi por Modric o por nuestros hijos?

Lio empezó a reír, una risa totalmente cínica por la pregunta que su esposa le hacía.

—Anto,  esos chicos son mis hijos. ¿Que no entiendes que me molesta la desconfianza en el tema de Modric?

—Lio, yo... perdón.

—Iré arriba. No quiero verte ahora.

—Lio, por favor. Podemos hablar.

—Anto, hablar es lo que menos quiero ahora. Quizá más tarde, ahora no quiero.

Lio subió las escaleras y llegó a la cubierta, el cielo era totalmente oscuro y solo se veía la Luna alumbrado parte del mar, caminó a los camastros y en su mente se había visualizado a él solo en ese lugar pero, no fue así.

En la cubierta solo había una luz encendida, una luz un poco tenue que alumbraba de manera fugaz esa área.

Al acercarse chocó levemente con la mesita de centro.

—Lio, ten cuidado—dijo Guillermo el cual era poco alumbrado por la luz de la luna y la pequeña lámpara que estaba en ese lugar.

—Si, si. Casi no puedo ver aquí.

El delantero se recostó en el camastro que estaba junto a Guillermo.

Empezaron a conversar.

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Los amo💖

Besitos de vainilla para todes<3