Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]

109 Somos nosotros.

Disfruten✨
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Cuatro años después...

Durante los años de su relación, el amor de Lio y Guillermo no solo se había fortalecido, sino que se había transformado.

Con Lio también retirado del futbol, podían tener una vida tranquila como tanto habían deseado, una vida dedicada a su hogar, sus hijos y su familia.

Desde hace un tiempo decidieron establecerse entre México y Argentina moviéndose entre estos dos países, pues amaban pasar tiempo en ambos lugares.  Se complementaban en todos los aspectos, durante estos años se dieron el tiempo de conocer lo mejor de ambas culturas y poder conocer cada país en lo más profundo. 

Eran los más felices al compartir su vida con sus hijos, en cada viaje familiar eran los más felices,s

pero de igual manera añoraban los momentos a solas en la intimidad.

Siempre hablaban de aquel viaje, aquellas vacaciones que Anto tanto insistió en invitar a Guillermo y Karla.

Pensar que por un momento Guillermo no aceptaba ese viaje, pero gracias a esas vacaciones pudieron conocerse, estar juntos y darse cuenta del amor que sentían.

En cualquier problema que se les pudiera enfrentar, siempre trataban de recordar ese viaje, cómo fue que el destino los unió para no separarnos jamás.

Eran un matrimonio feliz, con una vida tranquila, habían aceptado que muchas personas seguirán criticando su relación, pero ellos seguian luchando por demostrar que lo suyo no era pasajero, era verdadero amor.

Anto les aconsejo desde el año anterior que fueran al desfile Pride en Ciudad de México para demostrar su amor y también demostrar que así más personas pueden ser felices libremente. 

Por segundo habían podido ir y demostrar el matrimonio fuerte y amoroso, sabiendo que las críticas siempre estarían presentes ellos disfrutaban de su amor.

Ese verano se quedaron en la casa de campo en México durante unos días mientras los chicos estaban con sus madres en Argentina.

—Ya extraño a los chicos—mencionó Guillermo mientras se cepillaba el cabello antes de irse a la cama.

—Yo también, ya quiero estar con ellos. Pero no quita que me encante estar contigo aquí— se acercó a darle un tierno beso.

—También amo estar contigo— respondió sonriendo.

Su amor era tan natural, es como si se conocieran de toda la vida. Almas gemelas en su búsqueda continua para encontrarse.

—¿Quieres algo de la cocina?— pregunto Lio— iré por agua.

—Nada cariño, estoy bien— Guillermo seguía desenredando su cabello.

Lio se dirigió a la cocina y llenó un vaso con agua natural.

En la soledad de aquel lugar dio un suspiro breve, aun le parecía increíble lo que estaba pasando en su vida, observó a través de la ventana el tranquilo paisaje nocturno que rodeaba la casa de campo. Las estrellas brillaban en el cielo despejado, y el suave susurro del viento se mezclaba con el sonido lejano de los grillos. Era un lugar donde podían escapar del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana y simplemente ser ellos mismos.

Regresó a la habitación con el vaso de agua y encontró a Guillermo ya en la cama, esperándolo. Se unió a él y se acurrucaron juntos, compartiendo el abrazo que tanto ansiaban después de un día ajetreado.

Lio acarició el cabello de Guillermo y susurró con ternura:

—¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo lejos que hemos llegado? Desde aquel primer encuentro en aquel viaje.

Guillermo asintió, con una sonrisa en el rostro, y respondió:

—Cada día a tu lado ha sido un regalo, Lio. Hemos enfrentado desafíos, pero también hemos vivido momentos increíbles juntos.

La habitación estaba llena de un silencio reconfortante, solo interrumpido por sus suaves palabras y la tranquilidad de la noche. Se miraron profundamente a los ojos, comunicando todo lo que sentían sin necesidad de palabras.

Guillermo apoyó la cabeza en el hombro de Lio y suspiró de felicidad.

—Eres mi vida, Lio. No importa dónde estemos o lo que enfrentemos, siempre seremos nosotros.

Lio besó la frente de Guillermo y susurró:

—Y yo, Guillermo. Eres mi amor eterno.

En ese momento, envueltos en la calidez de su amor y la quietud de la noche, Lio y Guillermo se sumieron en un sueño profundo.

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Los amo💖

Besos de vainilla para todes<3

💛Mañana, capítulo final💛