Ríndete ante mi [MESSI X OCHOA]

84 Gracias, gracias por tanto.

.Disfruten ✨✨✨
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Los argentinos aterrizaron en la Ciudad de México.  Lio se percato de que Guillermo ya le había enviado toda la información sobre cómo llegar a la casa de campo a las afueras de la ciudad, desde el aeropuerto sería un camino relativamente corto.

Lio decidió rentar un auto en el aeropuerto, todo el trámite se había preparado de Argentina, así que sería muy rápido pero en ese momento
llegaron algunos curiosos que lo reconocieron haciendo preguntas sobre qué hacía en la Ciudad de México. Lio no respondió a esas preguntas, simplemente dijo que pasaría unos días en la ciudad para vacacionar.

No hubo más embrollo y pudieron salir rápido de ahí, ya que habían llegado casi de madrugada. Ambos subieron al auto y se dirigieron a la dirección que Guillermo les había enviado.

—¿Él ya estará ahí?—pregunto Anto.

—Si, ellos ya están ahí.

—Me hubiera gustado viajar con los niños, para que se vayan conociendo.

Lio le sonrió a Anto mientras esta se recargaba en él.

—Ya habrá tiempo para eso—le dijo mientras acaricia el cabello de la morena.

Los dos iban con el corazón acelerado, sabían que lo mejor era no tener expectativas y esperar lo que tuviera que pasar.

Lio que siempre se ha considerado una persona espiritual, la cual siempre pide a Dios antes de cada partido y le agradece cada triunfo, mientras manejaba oraba en silencio para sí mismo. Pidiéndole a Dios que le permitiera una vida junto a Guillermo, que pudieran estar juntos siendo felices que nada impidiera que pudiera vivir una vida junto a él, que los hijos de ambos se llevaran bien y que Karla aceptara esta nueva forma de vida junto con Antonella.

Al terminar, se dio cuenta que había derramado unas lágrimas. Se limpió el rostro y continuó su camino.

El gps mostraba que estaba a diez minutos del destino.

Su corazón palpitaba con fuerza.

Lio mando un mensaje a Guillermo, el cual había permanecido despierto esperando a que los argentinos llegaran.

"Ya vamos llegando"

Sonrió al ver el mensaje y salió a la entrada.

Vio como el auto avanzaba estacionando a lado del suyo.

Lio y Anto bajaron del auto, pero el argentino fue  a Guillermo.

Se abrazaron permaneciendo unos segundos así, al terminar ese abrazo comenzaron a besarse de manera lenta y suave, buscando paz y tranquilidad en los labios del otro.

Era tan evidente que estaban destinados a estar juntos.

La morena los veía sonriendo. Comprendía que la felicidad de su esposo ya no le pertenecía y jamás se permitiría obstruirla.

Verlo feliz la hacía feliz.

Cuando aquel beso del reencuentro terminó, Guillermo fue directo hacia Anto para darle un abrazo cálido.

—Muchas gracias Anto—dijo con voz quebrada—muchas gracias por lo que estás haciendo.

—Tranquilo Guille—le dio calma con sus manos en la espalda—todo está bien. Merecen ser felices y los apoyaré en todo lo que pueda.

El mexicano sentía en aquellas palabras un alivio sanador. Abrazaba con fuerza a la argentina, estaba agradecido por sus acciones y deseaba que pudiera ayudar en este viaje.

—Por favor Anto, habla con Karla—dijo con un llanto lento—habla con ella te lo pido—sollozaba mientras suplicaba abrazando aún más a la morena.

—Guille, voy a hablar con ella—le dijo tranquilizándolo mientras acariciaba su cabello—tu y Lio podrán estar juntos.

El abrazo se terminó, el mexicano podía sentir el cariño que Anto le tenia a él como ahora pareja de Lio.

—¿Ella está dormida?—preguntó Anto—ya son las 2:35am.

—Si, tendremos que hablar mañana temprano.

Guillermo los dirigió en silencio a una de las habitaciones que estaba lista para su llegada.

—Aquí pueden instalarse dijo al abrir. Espero se sientan cómodos.

Anto se detuvo en la puerta.

—Yo me quedaré aquí—dijo Anto.

Lio y Guillermo se quedaron en silencio.

—Prepare la habitación para ustedes—afirmó de nuevo el mexicano.

—Yo me quedaré aquí—volvió a decir Anto—ustedes quédense juntos en otra habitación.

Los dos futbolistas sonrieron y se dieron un pequeño beso.

Lio metió la maleta de Anto y se despidió de los hombres con un abrazo.

—Nos vemos temprano para hablar.

—Claro, no te preocupes. Descansen y recuperen los días que han estado separados.

—Buenas noches—dijeron al mismo tiempo.

Tomados de la mano se dirigieron a una habitación al fondo del pasillo.

—Nos quedaremos aquí, Karla está en la habitación principal.

—No tengo problema con eso, siempre y cuando sea contigo.

—Te amo—respondió Guillermo después le dio un beso suave.

Se fueron a la cama a descansar, tendrían poco tiempo para dormir. Estaban nerviosos por el día que les esperaba.

Deseaban jamás separarse uno del otro.

Pudieron dormir, muy juntos y abrazados.

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Los amo💖
Besitos de vainilla para todes.

84 capítulos🫠 y pensar que en mi mente esto iba a durar 15 caps😂 si ya los enfadé me dicen y suspendo esto😅 aunque no quisiera, amo el punto en que están mis bebés.