Capítulo 21

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Las vacaciones de Navidad por fin están llegando a su fin y la familia de Hanni y la mía estamos de vuelta en Seúl. Fue muy triste no poder pasar con Haerin las primeras navidades juntas como pareja, pero ella me llamó y hablamos un rato. Sé que no habla mucho, pero parecía como si ni siquiera quisiera estar en la llamada conmigo. Algo va mal, lo sé. Probablemente sea su padre otra vez... Juro que mataré a ese hombre si lo vuelvo a ver.

—¿Ya te has decidido? —Hanni me dio un codazo en el hombro cuando llegamos a la entrada de mi casa.

—¿Sobre qué?

—¿Qué universidad vas a elegir? Si quieres conseguir una buena residencia será mejor que te des prisa en escoger —puse los ojos en blanco, lo último en lo que pienso es en qué universidad voy a estudiar.

—No me he decidido. Primero quiero hablarlo con Haerin.

No estaba mirando a la vietnamita, pero podía oír su pesado suspiro. Ambas salimos del coche que nos escoltó de vuelta a mi casa.

—Min... Haerin es una buena chica y todo eso, pero no dejes que su estancia aquí influya en tu decisión. Esta es tu vida, no la de ella.

Yo sólo asentí con la cabeza. ¿Qué puedo decir? Sé que tiene razón, pero si dejo a Haerin aquí no sé si nuestra relación podrá salir adelante.

-

Es año nuevo y por fin estamos de vuelta en Ador. Sólo queda un semestre y estoy fuera de este infierno para siempre. He pasado los últimos 4 años aquí y siento que no he logrado nada importante. Quiero decir, sí, fui capitana del equipo de animadoras, siempre estuve en el cuadro de honor y tengo grandes amigas, pero siento que nada de eso importa cuando no tengo ni idea de lo que estoy haciendo con mi vida...

Mis pensamientos negativos desaparecieron pronto cuando vi al amor de mi vida en su casillero.

—¡Hola! ¿Qué tal las vacaciones? —me apoyé en el metal después de que Haerin lo cerrara. Intenté cogerle la mano, pero me la apartó y se las llevó a la espalda. ¿Qué demonios ha pasado?

—Estuvo bien. ¿Y las tuyas? —la chica más joven no me miraba a los ojos y seguía observando a su alrededor como si estuviera buscando a alguien.

—¿Qué pasa? —sus ojos se clavaron inmediatamente en los míos como si la hubieran pillado haciendo algo que no debía.

—¿Podemos hablar más tarde? —tenía el ceño fruncido y su mirada perdida había caído nuevamente al piso.

—Hae, ¿qué te pasa? ¿Estás bien? —me acerqué y le rodeé el brazo con la mano. Haerin seguía sin mirarme, así que la arrastré a un aula vacía.—. Haerin, ¿te ha vuelto a pegar? —los ojos de la más bajita por fin se dirigieron hacia los míos casi con pánico.

—No, no lo hizo. Minji, ni siquiera sé qué decir —suspiró y se sentó en uno de los pupitres que estaba justo enfrente de mí, dejándome de pie preguntándome qué pasaba por su mente. Hubo silencio durante un rato, casi incómodamente silencioso, así que me senté en el pupitre de al lado para que estuviéramos a la altura de los ojos.

—Por favor, dime lo que tienes en esa cabezita. Puedo ayudarte, no tienes que guardarte todo —en cuanto estiré el brazo y agarré las manos de Haerin, fue que lo vi. Es el mismo anillo que Niki me enseñó, presumiendo de que era la piedra favorita de Haerin. De repente sentí que el mundo a mi alrededor se derrumbaba.

—Minji, lo siento mucho.

—Sólo dime por qué. Después de todo, ¿por qué? —hice mi mejor esfuerzo para mantener la calma y no ser irracional acerca de esto, pero siento que voy a romper en llanto.

can't you see me?; catnipzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora