Luiza
—Moría por comer esta pizza —hablo Duda sentándose en la cama.
Duda tenia un lugar especial donde comer pizza, le encanta de ese lugar.
Solo tienen para delivery, nunca abrieron un local así que siempre lo pedíamos cuando estábamos en su casa.
—Huele delicioso —abrí la tapa y el olor a albahaca inundó mi habitación.
Tomé un pedazo y lo comí, estaba ansiosa, yo debía contarle a mi mejor amiga lo que estaba pasando pero no sabía exactamente como decírselo.
—Igor fue a su casa? —pregunté y asintió.
—Tenía mucha tarea de una materia y debe estudiar porque tiene un examen mañana —comentó y asentí.
—Y que tal? —cuestioné acomodando un pedazo de queso qué se escurria de mi pizza.
—Super bien —sonrió— es muy atento, respetuoso y muy tranquilo —continuó.
—Me alegra oír eso —asintió— Davis era totalmente lo contrario.
—No me lo recuerdes —rogó y empecé a reír— Y... —fijó su vista en mi— tú?
—Yo que? —cuestioné y me limpie la comisura del labio.
—Algo no me cuadra de ti estos últimos días —comentó y casi escupí la pizza qué tenía dentro.
—Por qué? —bebi un poco de la soda.
—Primero sabes donde están todos los condimentos en la casa de Valentina, segundo sabes lo que le gusta y lo que no, y tercero —se acercó un poco más— dejaste que te ayude en la mudanza, a ver que planeas? —cuestionó.
—No planeo nada —respondí— lo prometo —entrecerro los ojos.
—Sabes quien es su ex? —cuestionó y negué— Es una Safra, crees que vas a poder competir contra eso?
—Ey, me estás ofendiendo —la reproche.
—Claro que no Lu —negó— Tendrías que volver a nacer y elegir muy bien el óvulo que vas a fecundar para tener al menos la mitad del dinero que tiene esa niña —me encogí de hombros— Cuando fuimos a casa de la madre de Igor estaba ella y tenía muchas esperanzas de ver a Valentina porque preguntó un par de veces por ella.
He intentado borrar toda inseguridad de mi vida pero siempre encuentro que alguien puede ser mejor que yo y es eso lo que me hace retroceder diez a veinte pasos.
Es por culpa de esa inseguridad que estoy haciendo algo que en definitiva no me gusta y solo por agradar a mis padres.
—Creo que la vi un par de veces en la universidad —recordé haberla visto en el grupo y a parte de ser rica es bonita.
—Mirame —pidió— No te estoy diciendo esto para que crees algo en tu cabeza que no existe pero quiero que te asegures de los sentimientos de Valentina antes de intentar algo.
Uff, está conversación iba a estar mejor si era unas semanas atrás.
—Voy a tomar tu consejo —mentí y bebí un poco más de soda.
—Hay algo que tengo que saber? —cuestionó y asentí levemente— Ay no... —se tomó la cabeza— Lo sabía, estuviste con ella —guardé silencio durante unos segundos— Es que te huelo a distancia.
—Aunque me cueste admitirlo, me gusta Valentina —susurré y Duda casi tira la caja de pizza.
—Estás oyendo lo que dices Luiza? —cuestionó— Estamos hablando de Valentina Albuquerque, lo sabes? —asentí.
