Mía

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Valentina

—Es la B —le susurré a Emilio y asintió, se la paso a Duda y Duda a Ally— La seis es la C —continue.

De vez en cuando observaba al profesor que recorría las sillas de mis compañeros para aclarar sus dudas.

—Los verdaderos y falsos —me mostró y gire mi hoja.

—V, F, V, F, F, F —miré al profesor— F, V, V, F

—Albuquerque —me llamo la atención— Ya terminaste hace rato, entregame tu hoja —colocó su mano al frente.

Le entregué la hoja y recogí mis cosas para esperar afuera a los chicos.

—Nos vemos en la cafetería —le hablé a Emilio y asintió, salí de la clase y me dirigi a la cafetería.

Estaba revisando mi libro para saber si respondí bien las preguntas y alguien me tapó los ojos.

Pasé mis dedos por sobre sus manos y supe de inmediato quien era.

—Ey —me gire rápido y bajé de la silla, la abracé fuerte— No me dijiste que venías —sonreí.

—Era una sorpresa —besó mi mejilla— Que tal te fue hoy? —preguntó.

—Hasta donde estoy leyendo bien —la ayude a sentarse a mi lado y volví a mi lugar.

Son los últimos exámenes es por eso que no pude ver a Luiza, decidimos darnos unos días de descanso hasta que yo termine de rendir.

—Te traje esto —me entrego un vaso de café y bese su mano.

—Gracias —lo deje a un lado— Por venir también, extrañaba verte —sonrió.

—Ya te dije que tendrás un premio si sacas las notas más altas este final de semestre —levante las cejas y me dio un manotazo— No eso...

—Si no eres el premio no quiero nada —le susurre al oído y deje un corto beso en su cuello.

—Valentina! —me regaño— Tranquilizate, además tu tío puede vernos.

—Y que hará? —cuestione— echarte? —las dos empezamos a reír— Para desgracia de mi padre te diste de baja antes —bromee y ella empezó a reír de nuevo.

—Hola —llegó Igor— Los demás aún no salen? —cuestionó y negué.

—Si los demás son Eduarda, no, aún no —respondí y asintió.

—Hace rato no te veía —le hablo a Luiza— Que andas haciendo?

—Nada de provecho —se encogió de hombros— Salgo del trabajo y voy al apartamento, bajo a la florería y ayudo a Andreia con las que ya están feas.

—Y que hacen con las que no sirven para vender? —cuestione curiosa, podría buscarlas para pensarlas cuando tenga libre.

—Ella hace un lindo ramo y va a cambiar las flores de la tumba de su esposo —me sorprendí bastante, no sabía que la señora Andreia es viuda.

—Metas —dijo Igor y frunci, que decía?— Qué? —cuestionó viendo mi cara— Lo sigue visitando ya después de muerto.

Empecé a reír y guarde mi libro.

—Igor no digas bobadas —cerré mi mochila.

—A mi también me parece un lindo gesto —ay no, Luiza se iba a poner de su lado.

Muchas veces ambos se ponían de acuerdo en opiniones y yo tenia que callar para no discutir con los dos. Igor no me va ganar pero Luiza me tiene bajo amenaza así que es mejor guardar silencio.

Lover Of Mine |Valu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora