Luiza
El silencio reinaba, todo olía delicioso, extendí mi brazo para poder taparme mejor ya que sentía un poco de frío pero al buscar la manta sentí a alguien a mi lado.
Abrí los ojos y me encontré a Valentina, estaba durmiendo plácidamente, me miré y las dos traíamos ropa, quiere decir que no paso nada.
Busqué mi celular y miré la hora, salí de inmediato de la cama pero me enredé con la manta de Valentina y terminé cayendo al piso.
—Que mierda? —escuché desde la cama, Valentina asomó su cabeza, estaba despeinada.
—Nos quedamos dormidas, tenía que estar en el trabajo a las siete —me levanté apresurada del piso— Es mi primer día y ya me van a despedir —hable desesperada.
—Espera —me detuvo— que hora es? —cuestionó mirando la ventana y sentada en la cama, yo estabapor desmayarme, tenía que ir a casa a buscar mi ropa y luego debía ir al trabajo.
—Son las —miré mi teléfono de nuevo— tres y quince... —susurré— te prometo que eran las ocho y trece —me quedé parada en medio de la habitación.
Valentina se rasco la cabeza y volvió a recostarse en la cama, quien iba llevarme a mi casa?
Recordé como me quedé dormida.
—Flashback—
Estaba revisando twitter, no estaba interaccionando, solo estaba mirando.
Bajé un poco mi teléfono y me fije que Valentina se quedó dormida o solo se estaba haciendo?
Me acerqué un poco y su respiración era muy profunda, probablemente esté muy cansada, me recosté a su lado y continúe deslizando la pantalla para seguir viendo la red social, iban hacer las veintitrés y cuarenta y ocho, podría esperar a que descanse unos cuarenta minutos más y luego le pedía de favor que me lleve a casa.
Ella se giro y en ningún momento soltó la almohada que tenía en los brazos, se había aferrado a ella.
Muy pero muy despacio le saque un poco de su manta, no quería despertarla.
Bajé mi celular y cerré los ojos durante unos minutos.
—Fin flashback—
Los minutos se volvieron horas y la ansiedad me hizo despertar a las tres de la mañana haciéndome creer que era las ocho.
—Valentina... —susurré y me acerqué un poco a la cama— Podrías llevarme a mi casa? —cuestioné, abrió los ojos y me miro fijamente.
—Luiza? —cuestionó y se sentó en la cama— Que haces aquí? —genial, hace un rato estaba sonámbula.
—Te quedaste dormida y yo debo de ir a mi casa —dije en un tono de voz suave y un poco más calmada.
—Ahhh, te había dicho que te llevaba cuando paraba la lluvia —contestó— Estás segura que en tu casa siguen despiertos? —cuestionó y me encogí de hombros, bueno, si no llegaba antes de la dos de la madrugada mamá siempre llaveaba la puerta— Mejor duerme y te llevo temprano a tu casa, yo también debo de ir al trabajo —comentó y asentí.
—Dónde puedo dormir? —cuestioné cruzada de brazos.
—Y donde estabas hace un rato? —preguntó y miré la cama— Te prometo que tengo más ganas de dormir que de besarte en este momento —dijo y me tape la boca, aún somnolienta podía ser atrevida.
—Siempre eres así de directa? —cuestioné caminando a su cama, extendí un poco la manta y me tape con ella— Podrías no enredarte tanto en ella, casi me congelo hace un rato —me acomode y empezó a reír.