Luiza
Como podía hacer para no sentirme de esa manera?
Veía a Valentina y no podía dejar de pensar en lo perfecta que era, me sentía sumamente insuficiente a su lado.
A veces siento que no merezco tenerla, es demasiado buena para estar conmigo.
Su respiración era profunda y estaba roncando, el cansancio que traía es bastante.
Miré el reloj y marcaban las 2:30am, suspiré porque mi mente no dejaba de trabajar y las dos pastillas que tomé de melatonina nunca hicieron efecto.
Estaba cansada, sentía los ojos pesados pero mi cerebro no quería descansar.
Me gire un momento y busque mi teléfono para poder bajar a la sala de star, iba ver una película o podía revisar mis redes.
— Qué sucede? —cuestionó y me sobresalte, no había hecho un movimiento brusco para que ella despierte.
— Nada —respondí y suspiré, la sentí sentarse en la cama y encendió la lámpara.
— No puedes dormir? —preguntó y asentí, la veía tan cansada, lo mejor iba a ser que al volver me quede en mi apartamento, estaba trastornando el sueño de Valentina.
Se puso de pie y encendió la luz, caminó al closet y salió de esta con una salida de baño.
— Qué haces? —me puse de pie y caminé hasta donde se encontraba.
— Ve a tomar una ducha con agua tibia, voy a prepararte un té —asentí y la vi salir por la puerta.
2:36am, marcaba el reloj y moría de vergüenza, Valentina tenía que trabajar al día siguiente y yo la tenía despierta.
Abrí el grifo de la ducha y deje que el agua tibia golpee mi piel, mi viaje era en la noche, iba ser mi primera noche lejos de la ciudad.
Me quedé unos minutos bajo la ducha, cuando me senti más relajada la apague y me seque para volver a ponerme la ropa antes de salir.
Mi ansiedad estaba por encima de lo normal y no estaba teniendo una buena noche.
Al salir me encontré a Valentina, estaba sentada en la cama y me observo.
— Todo bien? —cuestionó y asentí.
— Un poco ansiedad por esta noche —entré al closet y colgué la salida de baño.
— Toma un poco, es manzanilla —vi la taza con el sobre, lo dejó encima de la mesa de luz.
— Gracias, es mejor que te recuestes a dormir en lo que me tomo esto —caminé hasta ella y me abrazo por la cintura, besé su cabeza y la ayude a recostarse— te agradezco por el té pero ya debes dormir —besé su frente— mañana tienes que trabajar.
Pase por encima suyo para llegar a mi lado ya que no quería pegar la vuelta a la cama.
Ella me tomó del brazo y me dejó encima, le sonreí porque estaba segura que ella moria de sueño.
— Quiero un beso bien —cerró los ojos y me acerqué a ella, besé su mejilla y abrió los ojos— Luiza! —me regaño y reí.
Pase mi mano al costado para poder sostenerme y besé sus labios, ella acariciaba mi mejilla, paso su lengua por la comisura de mis labios y sentí una electricidad recorrer todo mi cuerpo.
Me pegue más a ella y el beso cambio de tono, ella quiso meter su mano bajo mi ropa pero la retiré.
Me separé un poco y esta vez bajé a su cuello, deje besos húmedos en él y ella me rodeo con sus piernas.
