Valentina
—Quise llegar a tiempo pero ya ves, soy un viejo ocupado —mi abuelo me envolvió en un abrazo— Me llegan buenas noticias de ti corazón, sacaste la inteligencia de la abuela —sonreí.
—No la consientas tanto —hablo mi padre y rodé los ojos.
—Marcos no te metas —ordenó mi abuelo.
—Si supieras de cuantas cosas tengo que salvar a tu consentida —mi abuelo lo miro.
—Y de que puedes hablar tú? —cuestionó y sonreí.
—Es que papá es el hombre más correcto que ha pisado esta tierra después de Jesucristo —bromee y mi padre me miró de forma amenazante.
Igor y Mile se estaban riendo de papá, yo sabía que con mi abuelo aquí podia defenderme con todo lo que quería y como me gustaba.
Papá jamás haría frente a mi abuelo, él si se tenía el respeto de todos pero porque se lo ganó y papá también lo tenía hasta que crecí no coincidimos en pensamientos y terminamos casi como peores enemigos.
A veces recuerda que me ama y me da cariño pero lo repelo, sé perfectamente que eso se va a caer en cuanto yo mencione algo sobre mi orientación.
Y en cuanto sepa de Luiza va a odiarme el resto de su vida pero no me voy a privar de estar con ella por querer seguir llamando su atención.
Le dije a Igor que nos esperaba una seria conversación después del almuerzo, no olvide que en medio de toda la borrachera hizo pública mi vida privada.
Luiza se quedó en casa, descansaría un rato iba a esperar que todos se vayan y luego iria a su departamento.
Su mamá la llamó cuando estaba a punto de salir y la invito a comer pero ella dijo estar muy cansada y que lo haría el otro fin de semana.
—Hace veintiún años recibí el regalo más bonito —siguió hablando mi abuelo y sonreí— Bueno antes estuvo Igor —aclaro y yo quería reír.
—Abuelo sabemos que Valentina es tu favorita, tranquilo —lo calmo Igor— Yo soy el favorito del abuelo Guilherme.
—La que sobra soy yo —hablo Milena.
—Caradura —la reproche— Eres la más consentida por ser la más pequeña —sonrió.
—Totalmente, además tus hermanos siempre apañan tus irresponsabilidades señorita —se metió mi padre.
—Crees que este deficiente mental —apuntó a Igor— Va apañarme en algo? —cuestionó y empecé a reír.
—Respetame que soy tu hermano mayor —la amenazó Igor.
—Tiene razón —hablo mi abuelo— Tienes que respetar a tus hermanos mayores, son el ejemplo que debes de seguir Milena.
Mire a Milena esperando a que cierre la boca y ya deje de discutir, los adolescentes siempre piensan que todos están en contra suyo y mucho me ha costado entender.
Pase la misma etapa en la que se encuentra y sé perfectamente como se siente.
—Valentina sigues pintando? —cuestionó mi abuelo y negué
—Entre el trabajo y la universidad no tengo tiempo —bebi el vaso de agua.
—Marcos es muy autoritario, el solo se enfocó en la universidad a tu edad, al igual que Igor —mencionó y asentí.
No me sentía mal por eso, si ocurría hace tres años atrás si estaría pegando el grito al cielo y quien sabe cuántas cosas más.
—Pero Igor no da problemas como lo hace Valentina a ella hay que mantenerla ocupada —respondió mi padre.
