Luiza
Estaba en la clase, la cara de Duda y Emilio después de verme sentada con Valentina era algo que yo quería retratar.
Tuve que venir al salón de clases porque en la mesa por más que estábamos tres eran solo Duda y el hermano de Valentina, lo había visto un par de veces en la cafetería pero no sabía que era su hermano hasta hablaron de eso con Duda.
Se llama Igor, no eran muy parecidos en cuanto a temperamento, él era un poco más tranquilo digamos.
Y bueno el especial odio que le tengo a la mejor amiga de Valentina es un tema delicado, tenía todo el porte de ser una chica de clase alta, superficial y mimada.
Las dos eran casi iguales aunque Valentina podía simular pasar tiempo en calidad con los demás cosa que su amiga no lo hacía tanto.
Pensaba que era su novia y eso aumentaba mi rabia, aunque Valentina ya confirmo que era su mejor amiga de todas maneras no me gustaba.
Creo estar celosa y eso me ponía de mal humor porque yo ni en mis mas grandes sueños podría estar con alguien como Valentina, ya dije resguardar mi salud mental era mucho más importante.
Y si quisiera estar cerca de ella, el primer paso es conocerla más a fondo, no solo conocer lo que demuestra en la universidad.
El proyector estaba encendido y la profesora estaba pasando algunas cosas en la pantalla, Valentina estaba muy concentrada en la explicación de la licenciada.
La estaba viendo y note los tres lunares que tenía cerca del labio, no lo había notado en el auto cuando me invito a comer.
—Si no dejas de mirarme no vas a entender lo que resta de clase —susurró, mordí mi labio inferior para reprimir una sonrisa.
—Es que traes una mancha —pase mi pulgar sobre su mejilla simulando limpiar— Necesitaba limpiarlo, me estaba por sacar de quicio —me excuse y sonrió.
—Gracias —se volvió a limpiar la mejilla y de nuevo presto atención a la clase e intenté hacer lo mismo.
Pero me estaba sintiendo rara, no quería acercarme a ella pero estaba haciendo todo lo contrario.
—
Vine a la biblioteca porque era el lugar donde menos ruído había, el dolor de cabeza se iba avecinando, tomé una pastilla antes de que empiece, ya vine preparada.
Duda ya estaba acostumbrada a que yo me aleje cuando tenía dolores de cabeza, solo se hacía presente si sabia que no lo podía controlar y tenía que ir a casa.
La puerta se abrió y entro ella, me sonrió y caminó hasta donde me encontraba.
Se sentó a mi lado en silencio y la observe.
—Duda dijo que tenías dolor de cabeza —asentí— Puedo sentarme a tu lado? No diré absolutamente nada, solo me sentaré a hacerte compañía —dijo y por más molestia que estaba teniendo algo dentro mío estaba sonriendo de felicidad.
Sentí la impetuosa necesidad de recostar mi cabeza sobre su hombro, ella puso sus manos sobre la mesa, me fije en ellas y los anillos que adornaban sus dedos.
Ella miente muy bien o yo soy muy afortunada de tener este lado de ella, por el momento no tenia una respuesta clara pero mientras me estaba sintiendo a gusto con su silenciosa compañía.
Cerré los ojos y dejé descansar un rato mi mente.
—
—Luiza... —dijo Valentina pasando sus manos por las mías y abrí los ojos, me había quedado dormida— Ya perdimos las clases pero ella quiere volver a su casa —hablo de la bibliotecaria, me sentía demasiado avergonzada.
