Reencuentro

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Valentina

—Ya la encontraron —entró mi padre por la puerta y levanté la vista— pedí que la traigan a este hospital, es mejor que un público.

Mi alma regreso al cuerpo.

—Dónde? —cuestione, quería saber todo.

—Ella debía dinero por drogas? —cuestionó mi padre, que? Beber para ella ya era algo sumamente suficiente.

Nilo.

Esa era la respuesta a todo esto, él estaba metido en serios problemas.

—Valentina en que andas metida? —cuestionó mi madre e hice señal para que guarde silencio.

No quería escucharla ahora, no era el momento.

—Van a sacarte todo eso pero no podrás verla hoy, te lo advierto —mi padre hablo de forma tajante y dura.

—Por qué? —cuestioné sorprendida.

—Simplemente y sencillamente porque no —respondió— la van atender, la van estabilizar, le harán muchos exámenes y no puedes estar ahí —suspiré— João ya fue por tus cosas a casa de ese amigo que tienes, vas a quedarte en la mía, Aline va estar a cargo de ti.

Estaba de puta broma, yo no iba ir a esa casa, quería quedarme lo que me reste de vida cerca de Luiza.

—Voy a esperar aquí a que ella llegue y cuando sea el momento de entrar lo voy haré —no estaba dando mi opinión, estaba afirmando lo que iba hacer.

—Con mucho acepta que te estoy dejando verla —mi padre se sentó en el sofá— y es solo porque no pienso verte así —me apuntó— de nuevo.

—No vamos a dejar de decirte que es lo que te conviene pero te vas a dar cuenta —mi madre se unió a él.

—No encuentran mejor ocasión para enfrentarme? —cuestione, quería llorar y salir de aquí.

Quiero encontrar a Luiza y recostarme a su lado para olvidar lo que sucedió estos días.

La ansiedad me invadia y la acidez estomacal subía por mi garganta.

Después de varios días de sentir ese vacío en mi pecho y no dejar de llorar un segundo además de los medicamentos que recibía sentía que estaba volviendo a vivir.

Los dos susurraron entre ellos y busque mi celular para buscar el número de Eduarda pero no hizo falta porque sin golpear ni nada entró por la puerta.

Caminó hasta mi cama y me envolvió en un abrazo que hizo que me desplome de forma inmediata, sin aviso las dos estábamos sollozando una abrazada a la otra.

Mi mayor temor era perder a Luiza pero ahora sabia que estaba en camino, quería verla, necesitaba verla.

La puerta se abrió de nuevo, miré y vi a mis padres salir de la habitación, Juls hizo paso a la habitación, se acercó a las dos y nos envolvió en un abrazo.

Las sirenas se escuchaban abajo y mi corazón empezó a latir de forma acelerada, sabía que en una de esas ambulancias iba a llegar ella.

—Es ella —mi corazón no mentía, sabía que era quien llegó.

—Voy a ver porque le dije a su padre que iba a esperarlos aquí —Eduarda se soltó del agarre y asentí— cuidate, vendré lo más pronto posible para informarte todo pero no te muevas —me amenazó y asentí.

Ya era suficiente que estén preocupados por Luiza para sumarme a eso.

Juls me abrazo fuerte y me hice a un costado para que entre en la cama.

Lover Of Mine |Valu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora