Luiza
Las últimas semanas no han sido las mejores pero intenté ser fuerte, conectarme conmigo misma para saber que quiero.
Dejé de asistir a las clases de la universidad para tomarme un tiempo y pensar correctamente que es lo que quiero.
Los exámenes podía volverlos a realizar, solo tenia que pagar la segunda mesa y podría hacerlo.
Pero claramente eso no iba a pasar porque decidí dejar la carrera, quería enfocarme en mi trabajo y buscar el lugar ideal donde estudiar para ser Chef.
Tenía que empezar a ahorrar desde ahora, el viernes al salir del trabajo más temprano fui hasta Le Cordon Bleu para saber más sobre sus cursos, los títulos y finalmente me decidi por uno.
Iba a dolerme el bolsillo pero iba estar haciendo algo que realmente quiero o eso es lo que yo sentía.
Me recibieron perfectamente, me dejaron entrar a ver las clases, me encantó el lugar.
Son dos módulos y probablemente empeñe mi alma para poder hacerlo pero lo iba a lograr.
Hoy me tocaba el peor momento de mi vida, decirle a mis padres que me di de baja de la universidad.
Me preparé mentalmente para lo que iba a decir pero ahora mismo mis manos estaban sudando demasiado.
A menos de quince días de las fiestas y de mi cumpleaños les iba a dar un regalo adelantado.
—Que paso? —cuestionó mi madre desde el otro lado del sofá.
Era plenamente consciente que esto iba a terminar de destruir la buena relación que construimos estás semanas.
Y que decir de lo hermosa que fue Valentina al ofrecerse a llevar a Carol por un helado aquí cerca para que no presencie los siguientes peores minutos de mi vida.
—Yo —suspiré— Quería decirles que... —iba a continuar pero mi madre me detuvo levantando la mano pero no le di lugar—Dejé la carrera y espero que comprendan que no es lo que me gusta y prometo devolverles el dinero que han dado estos meses, yo les prometo hacerlo solo no me odien...
—Ay Luiza deja de ser patética —mi madre se levantó del sofá— Pensé que ibas a decir que estabas embarazada por Dios —llevo la mano a la cabeza— Y te estoy odiando porque dejaste la carrera pero mi mayor miedo es que termines igual que yo —está vez llevo sus manos a la cintura.
—Y que piensas hacer de tu vida? —cuestionó mi padre muy serio.
Bueno, yo esperaba que me escupan en la cara, me jalen del cabello, me echen a patadas de la casa pero eso no sucedió.
—Voy a estudiar para ser Chef.
—No se que decirte... —dijo mi padre— Espero que lo que pienses hacer te salga bien, estoy decepcionado por que estas entregando tu futuro pero es peor que sigas gastando en algo que no vale la pena.
—Si no piensas ejercerla mejor ve y estudia algo que te sirva —mi madre se sentó de nuevo— No creo que ser Chef te deje algo bueno pero si es lo que te gusta Luiza, no podemos hacer nada al respecto.
Quienes abdujeron a mis padres? Especialmente a mi madre.
—Les prometo que voy a titularme pero en lo que yo quiero —finalice— y no te preocupes mamá no vas a ser abuela.
Era lo único que le preocupaba todo el tiempo.
—Solo has algo de tu vida —hablo mi padre— si no estudias no eres nadie, recuerda eso —asentí.
