Luiza
Valentina me invitó a dar un paseo, iba a pedir permiso y luego recordé que ya soy mayor y no vivo en mi casa así que acepté.
A veces me molesta no verla tantos días pero sé que es porque está estudiando.
En varias ocasiones me quedé dormida en las videollamadas con ella y me mandaba las capturas para reírse.
En una de esas Emilio me grabo roncando, estaba muy exhausta en mi defensa.
Pero no fui la única, aún tengo la captura de Valentina durmiendo sobre su escritorio así que tenemos de sobra para bombardearnos con fotos vergonzosas.
Llegamos a su casa después de intentar sacarle información acerca de su deseo, cual era el misterio?
Entramos al apartamento, camine hasta la sala de star para dejar mi bolsa y vi un regalo sobre el sofá, ella tomó mi mano y me guió al comedor y me detuve antes de llegar a la mesa, observe detenidamente cada esquina de ese lugar.
No me la creía, lo preparo para las dos.
La miré y sonreí.
—Lo preparaste para las dos? —cuestione y asintió.
—Ven —tomó mi mano y me ayudo a sentarme— Ursula me ayudo con la comida, no creas que es mi don la cocina —hablo y sonreí, eso era lo de menos.
—Esta bien —respondí, estaba mirando las rosas, olían rico y las velas también olían a rosas.
Todo era bastante bonito, yo quería hacer lo mismo pero estaba esperando a que termine sus exámenes.
Quería celebrarlo con ella pero se adelantó.
—Gracias —agradecí y besé sus nudillos.
—
—Puedo abrirlo? —apunte el regalo envuelto en la sala de star— Lo vi hace rato pero como fuimos al comedor y me sorprendí no me dio tiempo de preguntar por esto.
—Todo tuyo —me entregó el objeto en la mano, lo desenvolvi pero estaba de cabeza así que di la vuelta el cuadro.
Conocía este lugar, ese auto, ese cerco, el cielo pase mis manos por el lienzo, estaba asombrada de que se vea tan real.
Era el lugar donde fuimos por primera vez, ella me molesto ese día, las dos estábamos sobre el capo del auto.
Entre las estrellas estaba escrito 'Quieres ser mi novia?' y a un costado la VAlbuquerque.
Mi corazón latió con fuerza y estaba llena de emoción, seguí pasando mis dedos por el cuadro porque no podía creer lo dulce y atenta que era Valentina.
Entre todo su corto tiempo se tomó uno de ellos para hacer esto que era hermoso.
—Si —dije y me levantó la vista, en sus ojos había mucha ilusión— Quiero ser tu novia Valentina —sonreí, dejé el cuadro a un costado y caminé hasta ella, tomé su rostro entre mis manos— Eres la persona más dulce que conozco, ni siquiera podría dudar en aceptar ser completamente tuya —deje un corto besos en sus labios.
—Te lo dije y lo sigo afirmando —me miró directo a los ojos— Estoy completamente enamorada de ti Lu.
Y yo también lo estoy cada instante me doy cuenta que solo quiero estar con ella, conversar, tontear, descubrir nuevas cosas, todo lo quería hacer con Valentina.
En todos los momentos me ha demostrado que estoy en primer lugar y eso no puedo no destacarlo.
Sonreí porque ahora sí puedo decir que es mía, es mi novia.
