41 |Mellizos

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Rachel.

-Es una tontería. -Dice viendo el anillo en sus manos- no puedes hacer esto...

Me mira fijamente con un aire de dolido y yo solo pienso en irme.

-¿Tontería? -Me ofendo- te quejas de Alex y estás siendo igual, ¡un padre que no le importan sus hijos! -Lo digo sin pensar.

Se queda en silencio sin decir nada, sé ve que le duele las palabras que le digo, pero estoy tan alterada que no quiero que mis hijos se sientan mal porque su padre ni los vé...

Me extiende el anillo.

-Pontelo. -Demanda.

-No.

-¡Pontelo! -Se desespera.

-Vas a despertar a nuestros hijos. -Espeto resaltando las dos últimas palabras.

Me mira furioso y yo estoy igual, nos igualamos con la furia y el estrés que sentimos, ambos tenemos razón, puede, pero me enoja y duele que no tenga tiempo para ellos, no me importa si no me ama, solo quiero que a ellos si.

Deja el anillo en el mueblesito.

-¿Piensas que no los quiero? -Me mira.

Me quedo callada.

-Dices amarme y ni me conoces...

Ambos nos quedamos totalmente en silencio y soy la primera en volver a hablar.

-Sí no los quieres esto no puede funcionar...

-Rachel -Me sujeta de la mano- no me hagas esto.

-No, tu no les hagas esto.

-No les estoy haciendo nada -Me suelto de su agarre- vivo pensando en ti, en ellos. Si no llego a casa es porque voy con Antoni, para que no le haga daño a mis hijos ni a mi mujer y que puedan estar bien, solo quiero que no teman de nada.

Me mira dolido.

-No arruinemos esto, por favor.

-¿Los amas?

-Si, los amo. -Dice y lo tomo para besarlo.

-Prométeme que... -Me alejo del neso para hablar.

-Lo haré. -Me besa- te lo prometo.

Me abraza besándome la cara y...

-Ponte el anillo. -Me dice.

-¿Ya se acabo Ministro miel? -Me le burlo.

Frunce el ceño y termina por quitarse el pantalón quedando en bóxer.

-Sí no te lo pones lo único que no se acabará van hacer las embates que te de al follarte. -Dice serio.

-Ok. -Me pongo el anillo.

Me besa poniendome en la cama.

-Voy a posponer todo lo de mañana para darme el día de estar con ustedes -Me vuelve a besar.

-Bien.

Me sigue besando y despierta la llamarada de deseo que me da, necesito esto tanto que ahora soy yo la que se le sube en cima.

Me muevo provocandolo. La barrera entre mi pijama y su bóxer crean una fricción que lo pone loco.

Toma mi cadera con ambas manos y me aparto rápido.

-¿Qué pasa?

-No follaré en la misma habitación en que mis hijos duermen.

-Están lejos.

FANFIC -Pecado Placenteros-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora