***CUARTO LIBRO DE LA SERIE AMORES EN ITALIA***
En medio de su divorcio Coraline Lestienne se cruzó con Enigma, un hombre lleno de tatuajes, envuelto en misterios, y unos ojos azules que gritaban caos, justo lo que ella llevaba atrapado en el corazó...
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El fashion show está tan cerca que el nerviosismo comienza a ser parte de mi cóctel de sensaciones y emociones del día a día. Aunque estos eventos sean organizados varias veces al año, al que me preparo con antelación trabajando fuerte con mi equipo, a veces el miedo a fallar, que todo salga mal, me arropa, dejándome aún más agitada por luchar contra él para que no salga vencedor.
Sin embargo, la seguridad que he estado experimentando en mi vida personal ha impactado directamente en mi trabajo, ahora me siento merecedora de todo el reconocimiento que he obtenido junto a mi Casa Lestienne todos estos años. He aprendido a lidiar con esa voz que me dice que todo terminará siendo un desastre, concentrándome en alimentar la otra que se hace más fuerte, que me deja saber que podré con esto, saldré victoriosa como lo he hecho tantas veces en mi vida.
Me repito mentalmente que soy una ganadora cientos de veces durante el día, la tarde y la noche, que es exactamente el tiempo que me encuentro trabajando.
Aunque agotada por todo lo que estoy manejando ahora mismo, me permito darme una sonrisa. Sé que estoy en una buena etapa de mi vida, tengo todo lo que siempre quise para mí, en armonía, y merezco disfrutarlo. Ya tuve demasiado de la Coraline lidiando con tormentas, ahora es momento de contemplar el arcoíris.
Se lo debo a todas las versiones de mí a las que tuve que renunciar para poder llegar hasta aquí.
—¿Y bien? —me pregunta Brigitte, al terminar el último vistazo a la colección.
Es la única que está ahora mismo conmigo, todo el mundo se ha marchado a casa. Espero que nosotras hagamos lo mismo pronto, la hora de cenar está cerca y lo último que quiero es tomar algo rápido sobre la mesa de mi escritorio.
—Es la definitiva —susurro —Está lista para ser lanzada a los tiburones.
—Todo va a ir bien —Me acaricia el brazo con su suavidad —Todas las modelos que seleccionaste han firmado el contrato, confirmaron para mañana en la prueba de vestuario, el itinerario está listo, las invitaciones han sido enviadas y han confirmado asistencia un ochenta por ciento, prensa y camarógrafos están listos —Mira su lista para confirmar —Todo lo que pediste para el escenario ha sido aprobado y un día antes de la instalación se hará la prueba.
El bombardeo de información me deja más tranquila, sólo tengo una duda.
—Incluiste a Gioele en las invitaciones, ¿verdad?
—Sí —Me regala una sonrisa llena de picardía —También confirmó su asistencia.
—Gracias, Brigitte, es muy importante para mí todo lo que haces.
—Amo mi trabajo —responde encogiéndose de hombros sin perder su sonrisa divina.
—Deberíamos irnos a casa, ¿Edmond viene por ti?
Asiente lentamente sin quitarme la mirada de los ojos. Entonces noto, que lleva días mirándome así, como si se debatiera en su interior para soltar algo, lo sé, Antonella ha dejado claro tantas veces que Brigitte abre demasiado los ojos cuando está nerviosa y ahora me mira justo así.
