***CUARTO LIBRO DE LA SERIE AMORES EN ITALIA***
En medio de su divorcio Coraline Lestienne se cruzó con Enigma, un hombre lleno de tatuajes, envuelto en misterios, y unos ojos azules que gritaban caos, justo lo que ella llevaba atrapado en el corazó...
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Nos unimos al juego de la vida pensando que, en cuanto echemos nuestra primera semilla en tierra todo florecerá, un fruto se dará y recogeremos la cosecha en el momento en que más lo deseamos, para estar feliz, para estar tranquilos.
Somos humanos, necesitamos de esas semillas que se mueren antes de nacer, necesitamos la decepción que nos lleva a golpear el fondo, porque solo así podemos preparar la tierra, cimentar nuestras bases a cuesta de aprendizajes, y aprender muchas veces es un proceso doloroso.
Al levantarnos, tenemos la fuerza para lanzar la semilla, ahora que hemos aprendido del dolor, valoramos el cuidado, la importancia del amor, el trabajo duro, la disciplina, y, sobre todo, el mantener en nuestro pecho la esperanza de que algún día algo bueno surgirá de nuestras acciones, finalmente así sucede, en el momento en que menos lo esperas.
En la vida no plantamos una sola flor, en realidad, somos jardineros de nuestra propia realidad, sembramos, cuidamos y recogemos, un ciclo nuevo cada vez, en cada aspecto de nuestras vidas. A veces en contra de todos nuestros buenos esfuerzos, encontramos maleza, a veces hay flores que se marchitan y debemos arrancar para poder continuar, otras que, por mucho que lo deseemos, que no pertenecen a nuestro jardín y por ello, no importa lo que hagamos no florecen.
No te apresures, ni te impacientes, todo aquello que esté destinado a florecer en su debido momento florecerá, si te ocupas solo de ver la flor, te perderás de la belleza del crecimiento.
No importa lo que esté sucediendo, ni en que etapa te encuentres, incluso cuando la vida se sienta como un genuino Enigma, ten presente que todo está destinado a salir bien, la vida está hecha para que consigas tu propio jardín de buganvilias.
Fin.
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