***CAPITULO VEINTISEIS***

2.2K 206 27
                                    

Jadeo, lo ha dicho, quiero decir, lo he oído ¡He sentido sus palabras! Mi corazón lo toma como un impulso para acelerarse y tomar su trabajo con fuerza, bombeando sangre a cada parte de mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jadeo, lo ha dicho, quiero decir, lo he oído ¡He sentido sus palabras! Mi corazón lo toma como un impulso para acelerarse y tomar su trabajo con fuerza, bombeando sangre a cada parte de mí. Me obligo a respirar, mis labios se entreabren para decir algo, pero solo parpadeo, sonrío entonces, a causa de mi sorpresa.

—Te amo, Barbie —repite, con la sinceridad bañada en sus ojos y la tranquilidad de alguien que ha estado esperando paciente para poder decirlo —Te amo tanto.

—Gioele... —susurro, me muerdo el labio.

Enigma se ocupa de sacarlo entre mis dientes manteniendo su pulgar cerca de mi carne para acariciarme con dulzura. Muda, ante su preciosa confesión, decido alzarme de puntillas para alcanzar su boca, para su voz me detiene.

—Piénsalo, por favor, aunque me quieras y desees estar conmigo —me pide, y esta vez no me da espacio para debatir —He trabajado duro, he sanado gran parte de mis heridas, aún falta y estoy dispuesto a continuar, pero he aceptado que hay partes de mí que no serán iguales jamás, que no importa lo que haga no cambiarán, mi realidad es que tengo una discapacidad, además de dolor crónico en mis extremidades por el accidente, eso a veces me limita, y tú no tienes por qué limitarte a esto conmigo —Su voz adquiere cierto dolor, lo siento —Piensa en ti a futuro, las cosas que quieres para ti, lo que quieres vivir, no sólo en lo que sientes por mí ahora.

Asiento lentamente, estoy tan sensible por todo lo que ha dicho que mis ojos vuelven a tener lágrimas, cierro mis ojos para soltarlas y es él quien las limpia apenas corren en mis mejillas.

—Te quiero a ti, Enigma, ahora y en el futuro —Tomo su mano de mi rostro para darle un beso a sus nudillos —Yo te amo, también te amo, y lo que siento implica aceptación, cuidados, compasión, comprensión, no es una limitación para mí amarte tal y como eres —Le doy un segundo para mis palabras se asienten, con la seguridad que siento, en su mente, su corazón —Elijo pensar en que, las cosas que queremos para nosotros, en individual y como pareja, encontraran la forma de hacerse realidad, no quiero pensar en límites, sino en nuestra oportunidad de estar juntos ahora.

Su aliento se escapa, como si expulsara afuera cada uno de los nervios que estaban alterándolo en su interior. No dejo de mirarlo, una preciosa curva nace en sus labios, entonces sé que mis palabras han llegado, se han sembrado y estoy lista para hacerlas florecer a partir de este momento. Su mano que aún sostengo en la mía me lleva hasta detrás de mi espalda, acercándome a su cuerpo, mi pecho roza su abdomen, la posición de mi mano me lleva a arquearme, y como me encanta esto; lo elevo todo inclinando mi cabeza para conseguir el roce de su aliento en mi boca.

—Tus palabras siempre consiguen hacerme feliz —susurra.

Deja mi mano para poder empujar mis caderas contra las suyas con sus dos palmas sujetándome, me gustan sus dedos presionándome, me gusta la invitación en su mirada, me gusta su respiración tenuemente agitada, pero, lo que más me gusta es la forma en que me empuja de vuelta contra al armario de mis zapatos. Jadeo de vuelta al tenerlo sobre mí, estamos desnudos ahora, puedo sentir su fiebre, sólo la ropa interior nos estorba, y tengo tantas ganas de que no sea por demasiado tiempo.

Enigma (Serie: LIBRO IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora