Valentia
Las goteras de la cueva y el sonido de la cascada afuera del Kanima son el mejor sonido mañanero que puede existir, el olor húmedo junto con el emanar del único prisionero despiertan mi apetito.
—Buenas, buenas —saludo despertándolo.
Sus manos están atadas a diferentes cadenas en cada una, su celda tiene cama y por obvias razones no se ve lo suficiente bien.
Se levanta sin observarme, murmura algo y no logro entenderlo.
—¿Cómo es que te llamas? —pregunto llamando su atención, me mira confundido.
—Olvídalo, soy Valentia y no, no soy la gemela de Alice o una identidad oculta en ella —hablo percatándome de mis palabras —bueno, eso último es más o menos lo que soy.
Se levanta posando sus dorados ojos en mí —¿y quién te creo Valentia? —pregunta confundiéndome.
—Soy una inoriginada como tú, pero no tienes que saber más por qué vas a morir —contesto sonriendo.
—Alice quería mantenerme vivo, ¿Qué cambio?
—Es obvio que el hecho de que ahora yo tengo el control, es mi responsabilidad dejar todo como corresponde, así que asiente y acepta tu destino —aclaro sin mucha información.
—¿Qué destino? —pregunta con la mirada fija.
Joder, qué preguntón.
—Eres insoportable —lo ignoro abriendo la reja que me separa de su cuerpo.
Desato sus cadenas, no importa si intenta correr de las cuevas, no puede salir.
Me toma de las manos molestándome por su presión —He pasado mucho tiempo buscando a Alice, ¿piensas que voy a rendirme así de fácil?
Sus colmillos traspasando mi garganta son lo próximo que siento, la rabia que desata su tonto intento me impulsa a golpearlo.
—Vas a morir por mi veneno, que lindo ahorrándome el trabajo —grito nada satisfecha por ello.
—Me permito recordarte que al igual que Alice, yo también soy una serpiente, mi mordida también es venenosa —habla con suficiencia.
La vista se me nubla, pero no es impedimento para terminar mi cometido.
Recibo sus golpes sin miedo, usando la misma intensidad para devolverlos. En uno de los empujones cae al suelo y llevo las manos a su peño disfrutando de la sensación abrazadora que es absorberlo.
—No lo olvides Alice, yo también soy una serpiente —habla en susurro antes de dejarse ir.
No esperaba que pasara así.
No presto atención a sus últimas palabras, apenas deja de respirar, arrastro su cuerpo fuera de las cuevas, arrojándolo por las cascadas, donde seguirá el agua que lo lleva a su destino.
Un paso más, lo estoy logrando.
******
—¡Vaya, vaya! Bienvenida al espacio exterior, Valentia —saluda Mike apenas entro a la casa compartida.
Ignoro su saludo y voy directo a la habitación de control, los equipos están suspendidos, enciendo las pantallas de búsqueda e ingreso de nuevo la marca que falta.
De no haber sido por mí y la noche fogosa con Liam no habría descubierto la marca de su brazo la cual coincide con la espada de fuego mía, Alice es más que ciega y yo demasiado responsable.
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Eternidad es Épica
FantasyEternidad, universo de magia y epicidad por donde lo veas. En él, una princesa, cuyos padres solo le dieron el título, donde su interior es la cuna de seres que Eternidad no está preparada para conocer, vive rodeada de líos, Alice no ha crecido como...