Eternidad es Épica

𓇊Capítulo 39𓇊

Liam

En términos de dormir no lo he hecho, los días que llevo pensando en mi culpa no acaban y no sé cómo detener esto.

—¿Liam?

Atiendo a mi madre al tercer llamado.

—Lo siento, dime —pido apenado por mi presencia no presente.

—Ven a ayudarme a servir la mesa —indica con mando.

No es una actividad que me moleste, teniendo en cuenta que en el palacio ya no hago nada, es un buen cambio de aires.

El viento frío aligera el almuerzo, la vista de Dream es hermosa, se restauró como un pueblo, las rutas están en condiciones y ahora solo nos preparamos para dar los siguientes pasos en construcción de instalaciones académicas y comerciantes más grandes.

La charla post almuerzo es interrumpido por la llegada de unas muy alteradas, Lucy y Cat.

—Párense ahora mismo —exclama Cat regulando su respiración.

Todos en la mesa obedecemos su orden con desconcierto.

—La orden educativa de Straight autorizó la revisión y legalización del campo de entrenamiento —suelta Lucy.

—¡Eso es asombroso! —me entusiasmo con la noticia.

De no ser por mi nuevo título, la orden de Straight hubiera tardado más en darle relevancia.

Eso es obvio.

—¿Cuándo? —pregunta Brandon con emoción.

—La enviada de la orden llega en menos de una hora —explica Cat desatando los nervios de todos.

A partir de este momento Dream entra en caos, pero ordenado.

Si eso es posible.

Desde los más pequeños hasta los ancianos se emocionan, limpiamos el centro para que sea lo más llamativo posible a pesar de aún tener partes de construcción inconclusas; un grupo de jóvenes improvisa una presentación para la enviada, no debo abusar de mi título y quiero que el campo de entrenamiento también sea mérito de todo el pueblo.

Un auto Inter— dimensional oscuro llega ganándose el suspiro de todos.

Paso delante para dar la bienvenida.

Una elegancia conocida hipnotiza mis ojos, el color negro en su cabello oscurece toda su imagen, a pesar de su estatura no se intimida al estar frente a mí y sus ojos son una llama azul. Enseña su medallón familiar y la orden que le permite estar aquí, es una princesa por nacimiento, pero que aún no ha tomado su lugar en las actividades reales.

—Es un honor tenerla aquí, princesa —Saludo conservando su título.

—Gracias, también me siento honrada de poder ver el nacimiento de un gran proyecto —habla con una sonrisa —Aunque no seré yo quien realice todo el protocolo de revisión —aclara dándole paso a un par de mujeres.

La imagen digital que obtuve de ellas no hace justicia a la realidad, dos caras del pasado que ahora llevan trajes elegantes con escudos que representan su poderío en la mayor como gestora de proyectos y a su ahijada como practicante.

—¿Lauren? ¿Valeria? —me atraganto con la pronunciación.

Soy un juguete de la magia, estoy seguro.

—Oh, vaya, se conocen —interrumpe la princesa mirando con un toque extraño nuestras expresiones.

—Liam —saluda mi antigua compañera de charlas nocturnas saliendo del asombro.