Eternidad es Épica

𓇊Capítulo 51𓇊

El Guardián

Hay algo en lo que crecemos con un único propósito, que nos hace actuar con desesperación, creo que es eso que nos recuerda que, si perdemos ese propósito, realmente no hay nada más horrible.

—Está de nuevo repitiéndose la historia, ellos juntos sin importar lo mucho que distan en sus realidades, ¿Crees que eso la va a hacer feliz cuando resurja?

Las interrogantes y quejas de Sombras no pueden cansarme, pero realmente me hieren, porque por supuesto nos deja la culpa de todo.

—¿Cómo pudieron permitir eso? —grita, no tiene más forma de comunicar su inconformidad

La verdad, me arrepiento en gran manera haber ido con el cuándo desperté, pero lo que soy no me deja actuar sin órdenes, y tengo una lista grande que cumplir —Sombras, estamos llevando a cabo el plan que ella misma trazo, no puedo saltarme nada— intento zanjar el discurso.

—Todo el plan se irá a la mierda si para dentro de dos ciclos Magia ha regresado.

¡Maldita sea!

—Ponerle fecha límite, no hará que las cosas salgan bien —Isaac se mete, ganándose el jalón de Sombras con su Magia, arrastrando la misma hasta su cuello. Somos la corte más poderosa, porque solo hay cuatro por encima de nosotras. Magia, Sombras, la innombrable de porquería y el Rey de Magia.

—¿Me ves cara de que me importa que las cosas salgan bien? Quiero que la Magia está de regreso, porque la vi y sé que nada de esto lo planeo ella.

Eso es completamente cierto, nos esforzamos demasiado para planificar este universo, las personas más importantes para todos nosotros, con quienes criamos en esto, murieron para hacerlo realidad.

—Magia sabía que podía pasar, lo considero y dejó un plan B— Mike me echa al agua delicadamente, lo cual no le corresponde

—Si quedaste a cargo, ¿Por qué tardaste tanto en empezar? —sigue el reclamo a Isaac y niega.

A Sombras le sorprende que no haya sido él, quien Magia haya dejado encargado, porque para nadie es sorpresa que el hermano del Rey también es la mano izquierda de Magia y por ende el principal en todo.

—El plan B está en manos de Yatzil, fue a ella quien Magia le confió todo —miento con algo que no le había mencionado a ninguno.

—¿Y dónde está? —Sombras sueltas a Isaac, quien respira por fin

—Encargándose, no tenemos permiso de intervenir —continuo y no me preocupo de que Sombras vea a través de mí, por el contrario, ruego que lo haga y deje de arriesgar la verdad ante todos.

—Dos ciclos, díselo, porque como ya te había advertido, no importara arrasar con este universo y deshacerme de todo —reitera la amenaza y me inclino como afirmación.

Salgo de la sala revisando los movimientos de todos fuera del palacio, Roy entrena al ejército, su hermano se pasa tras mío con aura interrogativa.

—No te debo explicaciones a ti, céntrate en tener ese ejército listo, que Alhelí no se va a recuperar, solo —me adelanto sentenciando mi orden. Ellos pueden ser los príncipes de las sombras, pero yo soy el Guardián, el Zaštitnici de la Magia.

Los ciento setenta y dos cicloavos han sido más que suficientes para hacer las cosas sin precaución. Nos costó ciento setenta de ellos para recuperar el control de nuestras líneas de existencia, no me arriesgue a que la creadora de los Kinua sepa que existe un plan B.

Lo primero fue comprobar que tanto estaba perdido, esto fue lo más obvio, lo que ella sabía qué pasaría, su memoria y conciencia de poder ha sido arrebatada. Cuando la vi volver a su estado natural, volví a ser el mismo chico de ocho años que le rogaba que se transformara en dragón y terminaba con el cabello quemado porque aún no lo controlaba bien.