𓇊Capítulo 19𓇊

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Ciclo 7, día 20

Liam

Las miradas expectantes de toda la sala, predisponen los nervios que se extienden por cada miembro de mi cuerpo, dentro de la cápsula de viajes Brandon empuña muñecas a cada lado de sus muslos, arañándose. Jeremy está haciendo contacto visual con Sam mientras esté le asiente con orgullo; algo tan insignificante me pone celoso, el querido y futuro rey de Plateado ha estado en los últimos entrenamientos del ciclo con nosotros, todo dicen que es "un honor", pero verlo meterse en la cabeza de mi primo, a quien he tenido a mi lado como hermano, por supuesto que no me asienta bien.

Mi yo de hace casi tres ciclos estaría orgulloso de mis decisiones porque gracias a ellas estamos haciendo una validación especial para poder presentar proyecto de aprobación. Todo por Alice que convenció a su tío de avanzarnos sin esperar que hiciéramos más cursos académicos, consiguiéndonos está prueba, dónde nuestra misión es ir al pasado y recuperar los Cristalans protectores que se crearon para alejar a los monstruos pesadilla. Son solo cuatro, en el pasado solían estar en la isla Weat iremos a unos seis años después del año de sombras, un momento donde ya los Cristalans no se necesitan, pero que por descuido la naturaleza los absorbió para sí mismos en las cuevas del lugar.

Asimilamos la magia del dragón del tiempo, ninguna de las tres abre sus ojos hasta sentir nuestro cuerpo en tierra.

—¿Por qué tiene que ser un sitio tan feo? —se estremece Brandon con la primera impresión.

Es siniestra la facha, hay toda clase de enredaderas a su alrededor, e incluso el lucero de la luz se ve opaco en ese punto.

—Hay que entrar —demando caminando a la entrada.

Cruzando la zona, solo un poco de luz se filtra y somos rápidos invocando brillo de mano con los puños extendidos en lo alto.

—Si nos dividimos, cada uno iría por un Cristalans y nos reuniríamos para tomar el último —propone Jeremy señalando las cuatro entradas que advierten la dificultad del laberinto.

—Por supuesto que no —zanjo su idea sin argumentar.

Él peli azul intenta replicarme y su mellizo lo interrumpe. —Hagámoslo juntos ¿Sí? Intentaremos emplear el menor tiempo posible, al entrar al laberinto tú y yo tomaremos forma lobuna —se dirige a su hermano, robándole oportunidad de renegar —y tú advertirás de las trampas. —me mira severo. —Cada uno tomará un Cristalans al llegar a su ubicación y lo mantendrá con su magia activa, si hay que pelear, se pelea y ya está.

Sonrió por la forma en que Brandon puede manejar nuestras discusiones, su iniciativa es lo que necesitamos. Jeremy es el primero en transformarse, el pelaje espeso de lobo resalta con el azul haciéndolo lucir como la noche, mientras que su mellizo se reviste de un amarillo claro alusivo al color de sus ojos.

Me subo al lomo de Brandon y nos encaminamos en la primera entrada, el rumbo entre las trampas es complicado, pasadizos sin salida, un par de círculos en la misma zona que despiertan los gruñidos de un Jeremy muy enojado.

Me guio por los patrones de las plantas en las paredes del laberinto, la carrera se hace más rápida, ya que no hay más pérdidas. El resplandor de algo en medio de una sala oscura es la señal de que estamos en el primer hallazgo.

En posición observamos como el resguardo del Cristalans son gárgolas oscuras, que solo despiertan al emanar de nuestra magia. Sus cuerpos despertando nos obliga a tomar posición de pelea. Extendemos las espadas que nos han dado como única herramienta, más allá de nuestro sistema básico de magia. El líquido verdoso de las gárgolas empieza a regarse por todo el lugar y siento asco al ver que las botas que Alice me regaló están siendo ensuciadas.

Eternidad es ÉpicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora