𓇊Capítulo 34𓇊

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Liam

Jamás había sentido la culpa de esta forma, no de la forma en la que me hace sentir completamente miserable y el peor ser que exista.

Los documentos que quedaron de Evelyn en la oficina están regados por todo el lugar, sus objetivos siempre fueron Alice, sabía todo de ella como guardiana, incluso más de lo que Alice pudo descubrir. Su búsqueda por el veneno era para los duales, el odio de su padre se perpetuó en ella.

Tanto Camile como Amelia son adoptadas, descubrir que la mayor es hija de Adel me ha dejado consternado, al parecer su esposa dio a la bebé a Evelyn sin que este lo supiera. Ahora que sé que han matado a la tríada, sé que Amelia no vivirá por mucho, el poco tiempo con Alice me dejó ver su amor y prioridad por ellos, lo que significa que su venganza no tendrá fin contra ellas. Tampoco debería fin contra mí, fui una pieza clave para que Evelyn se acercara a todo lo que no sabía de Alice.

—¿no te parece gracioso como es que terminamos juntos? —pregunto Alice, mientras caminábamos en la playa, ella sobre mi espalda.

Me gusta creer que, de alguna manera, tú y yo terminaríamos juntos. Por la marca de tus poderes. —respondí seguro, la brisa salada era lo mejor de la apacible tarde.

También lo pienso, aunque me reprocho, que por culpa de una pelea con mi padre haya liberado un pueblo y terminase enamorada del único chico que me ataco, en vano, por supuesto.

—¿acabas de admitir que estás enamorada de mí? —se baja de un salto y finge demencia —dilo de nuevo, vamos, di que estás enamorada de mí —le pido y hecha a correr.

Le había seguido el juego y terminé en el mar buscando ser ahogado por ella para que lo olvidase.

Limpio la lágrima que me corre al ver a Brandon en la puerta de mi habitación.

—¿Vas a echarte a morir todo el día?

No digo nada y empiezo a quemar todas las cosas de la habitación, como los documentos y los registros físicos.

—Cuando descubrí que Jeremy desató su inestabilidad, quise arrancarme mi propio corazón y dárselo, me sentía culpable por quitarle la opción de elegir a madre —volteo y su rostro muestra nostalgia y evito mirarlo para no sentirme peor o decir al que apresurado. —Tal vez si hubiera sido yo, en vez de ti, también habría robado esa cura. No eres un monstruo por querer protegernos, solo que a ella también la tenías que cuidar —finaliza y sus palabras pudieron haber sido un bálsamo, de no ser por las últimas palabras.

—tenemos reunión importante temprano, duerme un poco —sugiere antes de irte.

La punzada de dolor no me deja más opción que arrinconarme, mi cuerpo y mente solo expresan dolor y angustia, mi problema es no calcular la magnitud de las cosas; estoy tan acostumbrado a que todo salga mal.

Cuando quise salir de Dream o mucho antes cuando soporté cada reclamo y golpe de mi padre para alejarlo de mamá y Liv, nada de eso salió bien. Al final Liv desato una pesadilla, yo no pude salir de Dream, y ahora soy un traidor ante la persona que me dio dos de las cosas que siempre desee; fuera de todo lo que me dio como pareja.

No importa que diga Brandon, soy un monstruo.

Debí pedirle ayuda, no cargarla con algo como la inestabilidad de Liv, arruiné nuestra relación. Sé que es un desafío imposible, pero necesito recuperarla, dejarle ver todo y ganarme su perdón.

Eso tengo que hacer.

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—Te ves terrible, opina —Luciana en cuanto nos reunimos en la sala de misiones.

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