Eso del querer,
de dejar en stand by otros menesteres y hacernos al recuerdo de una cara y un cuerpo,
de imaginar su desnudez,
de poder hacer cuanto quieras como en la poesía,
que suele ser una mentira bien escrita, o un sueño despierto.
La sintaxis del escrito cuando a lo vulgar lo volvemos
verso,
eso de gemir y gemir
retorcerse y agitarse hasta el ahogo
sin siquiera haber dolor
ni lamento.
Eso del querer,
de jugar a no querer aunque estés
queriendo,
de negar la excitación de la piel con los pezones hambrientos,
cuando la boca está hecha agua,
los labios se han hinchado
y la humedad huele a sexo,
cuando el sudor se destila en los poros excitados y abiertos,
y la piel se desliza al ritmo de los latidos
hasta el temblor de la lujuria cuando
parecen agonizar los cuerpos.
Eso del querer,
cuando se empieza y finaliza en los besos,
del amor que recita en susurros
los versos,
lo que nos hace caballeros con una simple flor en los dedos
y a su vez nos pervierte con la mano en los senos,
con la boca inquieta recorriendo cada rincón,
mojando hasta lo más seco.
Eso del querer,
amor,
sintaxis organizando palabras,
manos inquietas por todo el cuerpo,
gemidos y jadeos
latidos acelerados,
temblor de nuestros cuerpos
y en la agonía del deseo
boca a boca
los labios inquietos
recitan las mentiras bien escritas
que se transformaron en versos
Eso del querer,
es querer y mentir
cuando le vas bajando el cielo,
le prometes la luna,
las estrellas y luceros,
ellas en este juego de poetas
también mienten
cuando nos hacen creer que se lo están creyendo...
Eso del querer,
es amar y mentir,
cuando baja a pervertirnos el sexo.
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POESIA ERÓTICA Y OTROS DEMONIOS
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