De ti me enamoré no por tu hermosa cara que es evidente,
ni de tu excitante cuerpo que a muchos provoca,
ni de tu forma tierna de ser y mucho menos de tu habilidad para robarme besos por las noches.
De ti no me enamoré por seguirme en redes sociales,
ni por comentar los poemas de mi blog y mucho menos por poner en tu perfil mi fotografía editada.
De ti no me enamoré por dedicarme canciones,
ni imágenes de internautas que todo publican,
hasta la bronca de dos gatos en mi tejado.
De ti me enamoré porque cada noche, cuando estuve sólo,
una palabra pervertida tocó mi sexo y le arrancó su sudor.
De ti me enamoré porque disfrutaste mi lado sarcástico y mis sucias manías de excitarte a la distancia y porque me provocaste igualmente.
De ti me enamoré porque no tuviste miedo a ser infiel por las noches
y cuando solíamos encontrarnos junto a tu esposo fuimos los mejores amigos.
De ti me enamoré porque aún sin eyacular dentro de ti,
supiste decir con vil sinceridad cuán suave y viril sentiste mi sexo en tu mente excitante.
De ti me enamoré porque sin vernos desnudos sabíamos de cada lunar,
de cada detalle de nuestra piel hasta de aquel lado más enervante.
De ti no me enamoré ni de tu sonrisa divina,
ni de tu hermosa cara que es evidente,
ni mucho menos de tu cuerpo que a muchos provoca.
De ti me enamore de tus rabias,
de tus enojos,
de tus pecados,
de tus locuras,
de tu infidelidad y de tu noche perversa,
infiel y excitante.
ISAYO
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POESIA ERÓTICA Y OTROS DEMONIOS
PoesíaLIBRO DE LAS NOCHES PROFANAS Advertencia!! Si buscas un libro que no hiera las susceptibilidades propias, si has crecido escuchando que la mujer está al servicio del hombre bajo el dominio clerical represivo, motivados por el ejercicio del débito co...