SUSPICAZ

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Solo bastó oír el desbocado galopar de tus instintos y
la bulla de tus palabras para despertar mi imaginación sin límites,
para confesar que te deseo en silencio con locura,
que no pude fingir ser tu amigo tanto tiempo
mientras muero en infinitas ganas
de hacerte todo lo que puedo imaginar...
Solo bastó escuchar que no abunda la inocencia en tus noches
ni te importa pecar cuántas veces sea necesario,
para que la demencia trajera mi inagotable desenfreno,
solo bastó oler la piel humedecida y
sus labios emprender el recorrido aventurero de las ansias
para que mis manos dibujaran un camino pervertido.
Solo bastó tus ganas y mis ganas,
una noche y su locura,
una voz y un oído,
para hacerte el amor infinitas noches,
solo eso bastó...

POESIA ERÓTICA Y OTROS DEMONIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora