Y si te cuento que mentí cuando te dije
que junto a mi nada pasaría,
que podrías estar desnuda si así quisieras,
que la oscura noche a tus senos cubriría,
que en mi alcoba los pétalos de rosas que formaba un corazón
eran parte de mi pequeña poesía,
que tu piel sin pijama para mí era un lienzo de pulcro tejido
que jamás tocaría,
que el óleo que tenía en mi espátula
sobre la mesa de noche
era para otro día,
que mis manos que parecían temblar
cuando tus senos se erizaban
eran de cobardía,
que era natural respirar hasta el ahogo y también la velocidad conque mi corazón latía,
que si mis labios estaban ansiosos
e intensamente ardiendo
ninguna sed sentían,
que cuando bajo nuestra sábana mi cuerpo se juntaba al suyo
era porque a la noche temía,
que si mis manos se volvían inquietas
y comenzaban a recorrer tu cuerpo nada íntimo pasaría,
que si las bocas se acercaban era buscando compañía,
yo te mentí cuando te quise ver desnuda
y tú al desnudarte también mentía,
yo insinué hacer un poema
y te quedaste porque entendiste que te haría mía.
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POESIA ERÓTICA Y OTROS DEMONIOS
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