Capítulo 14. Una luz en mi oscuridad.

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Capítulo 14.

Una luz en mi oscuridad.

Ha pasado un mes desde el secuestro de Pierina, su madre y mi bebé. 

Hace un mes que no duermo, como sólo para no enfermar y poder seguir buscando, no voy a parar, no voy a descansar hasta encontrarlas, y aunque la angustia, la bronca, la desesperación y la impotencia me invaden, no puedo demostrarlo, ya que, sería signo de debilidad.Es como si se las hubiese tragado la tierra. 

Muchos han intentado ayudarme por aprecio a la familia o por dinero, pero no he encontrado nada, las informaciones que me han brindado y las redadas que hemos realizado para encontrarlas no han servido de nada y han dado resultados nulos.

 Nunca hubo llamados o formas de contacto pidiendo rescate, efectuando amenazas, ni nada. Mi padre ha tomado por el momento el manejo de la mafia y mi hermano mis negocios, ya que no he podido realizar ninguna de las dos cosas, estoy enteramente abocado a encontrarlas, mi madre... mi madre, llora todos los días, no sólo por la desaparición, sino por lo que era y me he convertido; sin embargo, es mi pilar, la que me da fuerzas para no decaer, ya no sé qué hacer, no sé a quién recurrir, no hay pistas de nada, mis informantes no han podido ayudarme, algo está mal aquí, no puede ser que las cosas sean así. 

Tengo gente infiltrada que trabaja para mí en todos lados y nada.Otra noche sin dormir, casi al mediodía, me obligo a levantarme para almorzar con mi madre, ya que sé que está esperándome como todos los días y luego continuaré con mi búsqueda.Mientras desayunamos con el televisor encendido comienzo a ver las noticias y de golpe, mi corazón se para viendo las imágenes de los videos de las personas arrojadas en la puerta del centro comercial. 

Si bien están sucias, llenas de sangre e irreconocibles, más allá de eso, logro reconocer en el hombro de una de las víctimas el tatuaje de Pierina desde donde se puede ver y necesito saber si es ella, si son ellas.En ese mismo momento mi teléfono comienza a sonar, al atender es Walter que me dice que encienda la televisión, a lo que le respondo que ya estoy viendo todo, y le digo que apenas me cambie, salgo directo para el hospital; sin embargo, él me dice que no lo haga, que espere, que tenemos que hablar, ya que hay que hacer las cosas con cautela, más allá de mi desesperación sé que es lo correcto, alguien tiene que pensar en frío y yo no estoy en condiciones.

 Tomo una ducha, me afeito la barba desalineada de un mes que tengo, me visto con uno de mis trajes, tomo mis cosas y bajo a espera a Walter. Cuando éste llega estoy listo para salir, pero me frena: 

 — Máximo, – me llama – no sé si viste las noticias y el reporte de la policía en el que dicen que ambas víctimas han fallecido en el hospital, — la verdad es que con la desesperación no lo había visto, un odio inmenso me invade, pero Walter continúa – si es así, no vamos a poder ver los cuerpos sin identificarnos como familiares y eso sería un problema, ya que entraríamos dentro de una investigación policial que también se haría pública, nosotros nos haríamos públicos y no debemos exponernos — dice y tiene razón. 

— Lo que yo tenía pensado, obviamente si estás de acuerdo, es que llames a tu amigo, el comisario, para presentarte como miembro de las fuerzas, así tendrás acceso a todo, podrás estar presente y entrevistar a todos los testigos junto con la policía, a quienes luego investigaremos nosotros de manera individual. 

También podrás ver los cuerpos y estudiarlos o sacarle información al forense. Aparte seguramente habrá medios en el hospital que estén esperando algún tipo de declaración de la policía, tenemos que lograr que sea el rostro de ellos el que salga por los medios y no el nuestro cada vez que la prensa pida información. Si no estás de acuerdo o no puedes, podría hacerlo sólo, pero preferiría que estuviéramos juntos en ésto para poder recaudar la mayor información posible — asiento y llamo al comisario para arreglar todo. 

 Ese mismo día, me apronto a la comisaría, en donde me detallan la información que hasta ahora se ha recaudado, desde lo de público conocimiento, como los informes brindados por el hospital donde me comentan que se ha omitido cierta información a los medios para proteger la investigación, como el video donde mejor se ve lo ocurrido, la cesárea realizada a una de las víctimas y el nacimiento del bebé de ésta que ahora se encuentra en el sector de cuidados críticos del hospital.

 Cuando me dice ésto dentro de la inmensa tristeza que siento en mi corazón, una luz se enciende, quiero salir corriendo hacia el hospital. Walter. Éste, conociéndome, me sostiene del brazo para que me tranquilice y pongo todo de mí para que no se me note la intención.Sanders, el comisario, también me explica que van a comenzar a tomar declaración a todos los testigos, a lo que me pregunta si queremos acompañarlos y si quisiéramos estar presente. 

Se nos presentaría como miembros importantes de las fuerzas para poder manejarnos a nuestro antojo dentro del hospital, cosa que asiento sin dudar.Una vez organizado el grupo de oficiales que van a tomar las declaraciones, nos dirigimos al hospital. 

 Al ingresar nos esperan algunos jefes y directivos de éste, nos explican que hay miembros del equipo de salud que atendieron a las víctimas que no se encuentran por el momento trabajando, ya que tienen otros horarios, por lo que tendremos que esperar a algunos y venir otro día por otros. 

Todos estuvimos de acuerdo.También nos cuentan lo sucedido groso modo el día anterior porque ellos no estuvieron presentes.Comienzan a llamar a las personas que atendieron a las víctimas; sin embargo, les pido que vayamos a buscar a cada uno para no incomodarlos y de paso también irme familiarizando con el hospital junto a Walter. Ver entradas, salidas, escaleras, ascensores, recovecos, a la gente que podría servirme de ojos en lugares poco accesibles, para gente que no es personal del hospital. También, el movimiento interno del lugar, para enviar guardias que protejan el sitio y en especial el sector donde se encuentra mi hija mientras continúo en búsqueda de quién hizo todo ésto. 

 No suelo ser muy paciente con mis enemigos, pero ésta vez paciencia es lo que directamente no hay, no dejaré cabos sueltos, quienes creyeron que me conocían, luego de ésto, lo harán en realidad, los cazaré uno por uno.

Siempre SofyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora