Capítulo 23. Enojo.

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Capítulo 23.

Enojo.

Alexia.

Luego de aceptar el tratado de tregua necesito ver que tanto es verdad lo que dice y hasta donde está comprometido con lo que dijo. 

Tengo que ponerlo a prueba y no se la voy a poner fácil, porque Sofy, no es fácil, así que inspiro hondo y me armo de paciencia. Sin embargo, mucho tiempo no tengo, debo volver a trabajar. 

Le pregunto si quiere tocarla, me dice que sí, pero no se anima. 

 Como Sofy ya no tiene cables, ni suero, ni nada con lo que se deba tener un cuidado extremo, le muestro como se agarran los bebés de manera segura, con tres dedos de la mano derecha, el cuello desde la nuca, con tres dedos de la mano izquierda tobillos, una vez alzados, se la lleva contra el pecho donde se la abraza en forma de cuna con un brazo o con ambos. 

Le repito la técnica tres veces y después espero a que la realice él, a lo que primero niega, diciendo que sólo quería tocarla, pero mi curso va a ser intensivo, ya que no dispongo de mucho tiempo ahora, así que lo obligo a realizarlo corrigiéndolo si es necesario. 

Lleva a Sofy hasta su pecho un poco nervioso, me dice que tiene miedo que se le caiga, le aseguro que no pasará dándole confianza, y hago que se siente en la silla a lado de la cuna. Sofy se remueve como queriendo llorar, Máximo me mira con intención de que sea yo quien agarre a Sofy, pero me niego, tiene que aprender. 

Le explico que seguramente tiene hambre y hay que cambiarla, pero que deje que Andrea la cambie cuando vuelva. Ya había una mamadera de leche en la habitación, le digo que en otra ocasión le enseño a prepararla, hago que me extienda la muñeca, le muestro cuál es la temperatura justa y se la doy para que alimente a Sofy. Duda medio segundo, se la acerca a la boca y ella empieza a tomar. 

 Y de golpe, no existo más, Máximo observa a Sofy tomar toda la leche embelesado sin prestarme ni la más mínima atención, y está bien.Sofy finaliza, le muestro a Máximo como hacer que eructe, éste lo hace mientras Sofy libera tres eructos que lo hacen reír. 

Le vuelvo a acomodar a Sofy en los brazos, le doy un beso a Sofy y le digo que la tenga con él, si quiere, hasta que venga Andrea. Él me mira con los ojos llorosos y me da las gracias. 

 Antes de irme a mi sector le digo en que horarios vengo a ver a Sofy y si quiere venir en esos momentos para que le siga enseñando, a lo que emocionado me asiente varias veces. Lo saludo con la mano y me voy a trabajar pensando en lo tierno y feliz que se veía atendiendo a Sofía, y enfrentando sus miedos. 

 Estoy finalizando mi jornada, concentrada, registrando todo en las planillas, cuando siento que alguien me toca el hombro, al darme vuelta es Máximo. Lo saludo y me dice que viene para estar con Sofy. 

 Le digo que todavía me faltan unos minutos para terminar, que después debo bañarme como hago siempre antes de ir a verla para no llevarle los bichos de todos los pacientes que atiendo durante el día, que me espere, unos quince minutos en lo posible en algún lugar donde no haya pacientes, para no contaminarse él y que nos encontramos en la puerta del ascensor. 

 Una vez acordado, se retira, finalizo mis tareas, voy a bañarme al vestuario, junto mis cosas y me dirijo al sitio de encuentro. 

Cuando llego allí, él no está, lo espero un rato y cuando estoy por irme sola a la neo lo veo salir de la sala de star todo despeinado, con el abrigo a medio sacar y la camisa desabotonada hasta más de la mitad del pecho, marcas de maquillaje.A Samanta detrás de él despeinada y con el maquillaje todo corrido, acomodándose la ropa, la furia se apodera de mí.

Pensé que lo hablado era en serio, por lo visto es un excelente actor.Estoy cansadísima después de trabajar todo el día, no merendé por ir a ver a Sofy, encima lo espero, y a la primera de cambio que se le presenta un culo regalado, sale corriendo olvidándose de mí, de Sofy, de todo.

 Me siento una idiota, pero esto no se va a quedar así, este tipo va a escucharme.

Siempre SofyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora