Capítulo 20. Traidora.

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Capítulo 20.

Traidora.

Máximo.

No sé qué me pasa. 

 Hace unos días que me cruzo a Alexia en el hospital y me quedo parado como "idiota" mirándola. 

Ella me ignora olímpicamente ¡¡Así es, señores!! ¡¡¡¡Me ignora!!!! Y continúa su rumbo como si fuera invisible.Trato de ingresar al hospital siempre por diferentes entradas, ya que la enfermera Samanta, así me dijo que se llama, me acosa cada vez que me ve. 

Se me pone adelante cuando camino, antes era más sutil; sin embargo, ahora un poco más y se me regala en cualquier lugar que me encuentra. No quiero levantar la voz y causar problemas, pero la verdad, ya me tiene cansado, es como cualquiera de esas putas aprovechadas que nos rondan siempre, pero con cartel de enfermera. 

 No la necesito, si así fuera hay muchas mejores en mi ambiente, esta mujer no me atrae. 

 Un día la encontré acostada él en capot de mi auto cuando salía del hospital. La muy maldita me abolló el capot. No es que no pueda pagarlo, pero ¡¡¡no me gusta que cualquiera me toque el puto auto!!! Dejó la marca de su culo en el capot y al bajarse haciéndose la sexy me rayo el paragolpes con los tacos.

 Ya me ha acorralado en sitios cerrados, si voy a subir al ascensor para dirigirme a la neo, entra en él y se me viene encima o se pone delante de mí, si hay gente en él, y rosa su culo contra mí, me ha tirado café encima para poder tocarme el pecho o intentar sacarme la camisa, ya he tratado de ser caballero con ella y explicarle que no quiero nada, que no me gusta, que no me atrae, pero pareciera que fue peor.

 En la última ha maltratado a mi madre pensando que era una señora paciente de Alexia que se acercaba "según ella" a molestarme, ese día mi madre fue quien paro mi mano porque ya había agarrado el mango del arma en mi cintura para darle un tiro en la frente y mandar todo al caño lo que veníamos haciendo. 

 La verdad, no la soporto, y creo que fue la última que le dejé pasar, para la próxima me ocuparé personalmente de que entienda cuando se le habla.Hoy hemos ido con mi padre y Jhonathan al norte, ya que Walter a la noche tenía que estar en el hospital, a unos departamentos en alquiler en los que habíamos conseguido imágenes de Bustamante y Sipriano. 

Al llegar nos frustramos al ver que no estaban, vimos los videos de seguridad del lugar y sí, efectivamente eran ellos, por fin, una pista real. Se los veía en un auto azul, el cual averiguamos que era robado; sin embargo, se los observaba en él sin preocupaciones.También pudimos obtener el número de matrícula, averiguamos que portaban documentación falsa, por lo que se movían con otros nombres y ya sabíamos cuáles eran como la tarjeta de crédito robada que con la que se manejan. 

 Dijimos en el lugar que éramos personal de fuerzas policiales mostrando identificaciones apócrifas, y pedimos que no realizaran la denuncia de la tarjeta porque la darían de baja y ya no podríamos rastrearlos, por lo que en nombre de la justicia, ja, ja, ja, accedieron. 

 No contábamos con equipamiento para realizar el rastreo aquí, así que si bien teníamos pensado quedarnos más tiempo, ese mismo día, nos subimos a nuestro avión privado y regresamos a casa. 

 Aparte mi padre estaba desesperado por volver, es la última vez que lo traemos, se la paso hablando todo el camino añorando a mi madre y diciendo que sin mi madre a su lado no podría dormir.

 Al llegar a casa de mi padre, notamos que mi madre no está.Consultamos al personal doméstico, quienes nos avisan que mi madre les notificó que cenaría en casa de una amiga, así que le envío un WhatsApp que al instante me contesta, me dice que ya termino de cenar con su amiga y me pide que la vaya a buscar pasándome su ubicación. 

 Aviso a mi padre y mi hermano dejándolos tranquilos y salgo a buscarla.

 Al llegar, toco bocina y la veo salir muy contenta dándole un abrazo a su amiga quien al separarse veo que es Alexia.La muy traidora de mi madre cenando con Alexia, tengo ganas de arrancar el auto, irme a la mierda y dejar que mi madre se vuelva a su casa como pueda, pero seguramente en vez de eso, se quedaría a dormir en lo de Alexia y después se me vendría la noche con mi padre. Primero, por no traérsela a dormir con él y luego con mi madre, por lo que la espero, ella sube muy feliz al auto, me da un beso y la llevo a su casa en completo silencio, esperando algún comentario de su parte porque todo el tiempo me mira de reojo, pero la palabra nunca llega.

Siempre SofyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora