Capítulo 11.
Justo a mí.
Hoy me levanté y empecé a empacar para mañana tener todo listo temprano, mande un mensaje a Yudith pidiendo para mañana el día libre. Tengo muchos acumulados, así que no hubo problema.
Hablé con Gaby para que me ayudara a buscar las cosas que conseguí en las rds. Una heladera viejísima, pero funcionando. Una mesa con dos sillas. Una cocina a la que le funcionan sólo dos hornallas y el horno. Y una televisión de tubo, la que seguramente tendré que usar con antena o una papa y agujas de tejer hasta que pueda contratar alguna empresa de televisión por cable. No conseguí cama todavía, pero lo que conseguí es bastante por un día.
Salgo de casa temprano nuevamente voy al hospital, paso por lactario para empezar a estimularme y generar leche, cosa que haré varias veces al día. Voy a ver a Sofy encontrándome a ella sin oxígeno, pero llorando a todo pulmón.Consulto con mis colegas por el oxígeno, me dicen que ya no lo necesita y es un gran avance. Me vuelvo a higienizarla, a darle la medicación, pero continúa llorando, me preguntan si quiero hacer *canguro* con ella, lo cual, dudo un momento, pero acepto, me saco el corpiño, levanto mi remera, una enfermera me ayuda a colocarla con cuidado contra mi pecho, le pongo una mantita encima y la abrazo.
Mi colega se va y me quedo sola con ella que de la nada dejó de llorar. Parece relajada y tranquila.No puedo describir la inmensidad de sentimientos que me embargan. Su olor, su piel, su respiración, en 2 segundos cambio mi mundo, me siento feliz, muy feliz. No necesito nada más, a nadie más, ella y yo, ella es mi todo. No puedo evitar que algunas lágrimas caigan por mi rostro, jamás me sentí así, es un estado de enamoramiento que se irradia por todo mi cuerpo, el mundo es hermoso, la siento junto a mí y no existen problemas, no existe maldad, todo es maravilloso.
La acaricié y la besé, nos quedamos así todo el tiempo hasta que tuve que marcharme para empezar mi jornada laboral. Mientras camino hacia mi sector me cruzo con Máximo, quien, con una bolsa grande donde se trasparenta una marca de pañales se dirige al área de la neo, seguramente será una donación, quizás no es tan idiota como aparenta.Éste me golpea con el bolsón al pasar, estoy segura de que el muy maldito lo hizo a propósito :
— Eres un idiota —. Y continúo mi rumbo. Él se da vuelta, me alcanza y agachándose hasta mí, ya que me lleva varias cabezas, y :
— ¿Cómo me llamaste? —.
— I - d - i - o - t - a – le respondo.
—Mira mujer miniatura, no sé quién te crees que eres, pero no tienes ni idea de quién soy yo, así que mejor que me respetes, si no quieres que te haga la vida miserable – contesta.
— No sé quién seas, pero no te tengo miedo, he conocido a peores que tú, sólo eres uno más con quien lidiar. Y si es por vida miserable, no podrías hacerla peor de lo que está, así que no me amenaces, quizás estés rodeado de lamebotas que te dicen todo que sí y lustran el suelo por donde caminas, pero yo no soy tu empleada y no me interesa nada que venga de ti, por mí que te den.
Así que un lamebotas más o una arrastrada en mí, no vas a conseguir. — Le respondo mientras clavo mi índice en su pecho.— Y la próxima vez ten más cuidado, ahora muévete, que tengo que trabajar. — Le doy un empujón con el hombro y camino rumbo a mi sector mientras, él se me queda mirando con el rostro enrojecido de la furia.
Cuando llego al sector, me encuentro otra vez a Samanta y a Noelia en el pasillo como siempre, sin nada que hacer, hablando del idiota que hace unos momentos vieron pasar hacia la neo con un bolsón de pañales, me frenan en busca de opinión, no tengo nada que decirles del idiota, sigo mi rumbo hacia los pacientes junto a Roxana que sé ve saturada de trabajo.
Mientras la voy ayudando le comento lo que paso, ya que ella tuvo que dar su declaración también así que conoció al señor arrogante. Me comenta que hasta hace unos minutos estuvo en nuestro sector, no decía nada, no hacía nada, sólo estuvo parado mirando todo y luego se marchó.
— Seguramente por seguridad estuvo estudiando el movimiento del hospital o mirando los traseros de las enfermeras —. Respondo a lo que Ro en una carcajada me dice:
— Seguramente Alex —.
Seguimos trabajando, le cuento todo lo que me pasó con Román y con Sofy, y ella me anima a seguirla viendo y a tratar de adoptarla, cosas que no necesitaba decirme por qué ya estoy decidida, por lo que finalizado mi turno, tras una ducha y ropa limpia paso por la neo nuevamente a verla.
Siento un llanto desconsolado y sin haber entrado todavía, sabía que era ella, por lo que me higienizo las manos con rapidez, corro hasta ella. No sé a quién choco, no me importa, y sin importar nada ni nadie, me levanto la remera, me retiro el corpiño, me la pongo en el pecho descubierto, le pongo la manta, le beso la cabecita, le acaricio el cabello y su espalda y comienzo a cantarle en un susurro:
"— Si yo miro el fondo de tus ojos tiernos, se me borra el mundo con todo su infierno... —
— Se me borra el mundo y descubro el cielo cuando me zambullo en tus ojos tiernos... —
— Ojos de cielo, ojos de cielo no me abandones en pleno vuelo, ojos de cielo, ojos de cielo, toda mi vida por ese sueño, ojos de cielo, ojos de cielo... —
— Si yo me olvidara de lo verdadero, si yo me alejara de lo más sincero, tus ojos de cielo me lo recordaran, si yo me alejara de lo verdadero... ojos de cielo no me abandones en pleno vuelo, ojos de cielo, ojos de cielo toda mi vida por ese sueño, ojos de cielo, ojos de cielo... —
— Si sol que me alumbra se apagara un día, y una noche oscura ganara mi vida, tus ojos de cielo me iluminarían, tus ojos sinceros, mi camino y guía..." —.Mientras le cantaba contra mi pecho, Sofy se iba relajando y tranquilizando.
Me siento con ella en brazos y al levantar la mirada veo al arrogante que me observa fijamente.Me doy cuenta de que fue a él a quien choqué, el muy degenerado me vio retirarme el corpiño delante de él y ahora no quitaba su vista de mí aunque Sofy me tapara los pechos no sé qué, el libidinoso se estaría imaginando por lo que lo miro con mala cara, él levantó una ceja, le saco el dedo medio y el tipo enrojecido de la furia se da media vuelta y se marcha.
Estuve un rato largo a Sofy sobre mí, intento volverla a colocar en la incubadora, pero se remueve e intenta nuevamente llorar, algo que pasa en varias ocasiones, entonces le pido una silla reposera a mis colegas y esa noche dormí en ella con Sofy abrazada a mi pecho donde me despiertan cada tres horas para asistirla.
Luego de que el arrogante se fuera, mientras me acomodo en la reposera, una señora a la que miro con desconfianza se presenta. Andrea dice que es su nombre, me comenta que es una voluntaria contratada por Máximo, así que seguramente es de confianza. Que vendrá durante el día a cuidar de Sofy, cosa que me parece bien, así ella no está sola mientras tengo que trabajar.
Según la enfermera de lactario, ésta semana, posiblemente, empezaré a generar calostro y leche real, así que si todo sale bien, Sofy pronto podrá alimentarse como una bebé normal.
A la mañana envío un mensaje a Gaby para que me pase a buscar en una hora a lo de mi madre.Al llegar, aparentemente anoche, tampoco hubo fiesta, no hay nadie para avisarle, dejo una nota en la mesa avisando que ya no vivo aquí.Tomo las cosas guardadas ayer, algunas cosas que faltaron, como documentos, son varias bolsas, por suerte Gaby ya está en la puerta y me ayuda con eso. También trae los muebles que conseguí.Dos horas después, ya estoy instalándome en mi departamento.
* CANGURO O PIEL A PIEL*: Se le dice a poner al bebé sin vestir, sólo con pañal sobre el pecho desnudo de la mamá o el papá y cubrir al bebé desde la parte externa sobre su espalda, lo que genera el mismo calor que el de la incubadora, pero a diferencia de ésta también produce relajación, tranquilidad, confianza y seguridad al bebé, fomenta el neurodesarrollo y fortalece el vínculo con sus padres.
ESTÁS LEYENDO
Siempre Sofy
RomanceAlexia es una mujer que no ha tenido una vida sencilla, sin embargo con empeño ha salido adelante. Una familia que nunca la quiso, injusticias que han dejado al descubierto su propia fortaleza, cosas del destino que la han hecho cambiar. Un día se p...