Capítulo 17. Desvergonzada.

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Capítulo 17.

Desvergonzada.

Nuevo día. 

 Hoy temprano, Walter ha llegado con información acerca de la camioneta que ha sido hallada incendiada en un descampado. 

 Bustamante y Sipriano continúan desaparecidos, empieza a darme información sobre los empleados del hospital, ninguna de relevancia, faltan los informes de algunos que en breve estarán, aunque hay una persona de quien se está haciendo complicado conseguirla y esa es la del pitufo gruñón, pero sólo es cuestión de tiempo. 

 Ya está mi gente infiltrada entre la seguridad del hospital, así como también en los alrededores y personal auxiliar como limpieza, mantenimiento, portería y recepción de todos los turnos.

 Hoy tengo pensado ir a ver a Sofy nuevamente, también pienso llevar a presentarles a mi madre, quien comenzará como cuidadora de Sofy mañana durante el día, así como Walter durante la noche. 

Quiero ver si puedo conseguir una habitación aislada para Sofy, ya que será más fácil cuidar de ella, no quiero trasladarla de donde está a un centro privado porque todavía, dudo que esté en condiciones de ser derivada a otro lugar y muy a pesar de las carencias el hospital, están trabajando muy bien con ella. Aparte si alguien la busca sabiendo quién es, primero buscará en centros privados y aquí ya tengo a todo mi personal organizado. 

Seguramente, moviendo algunas influencias pueda conseguir para mi hija una habitación privada.Jhonathan ha enviado a poner cámaras en las áreas más concurridas del hospital, en el ingreso a la neo y también pondremos dentro de la habitación de Sofy para tenerla observada todo el día tanto a ella como a quienes se le acercan sin levantar sospechas. 

 Así que salimos al atardecer con mi madre en dirección al hospital, se encuentra muy nerviosa, pero feliz. Cuando llegamos a éste, vamos circulando por los pasillos, le voy mostrando el hospital para que después sepa llegar sola al sector y no se pierda en éste laberinto.Al llegar a la neo, la presento a las enfermeras, nos hacen realizar la rutina de ropa y lavado de manos, una vez ingresados, le muestro a mi madre cuál es la incubadora de Sofy, pero le pido que me espere para que vayamos juntos. 

 Hablo con la jefa del sector para cambiar a Sofy a una habitación privada, me dice que no hay ninguna privada equipada con lo que la bebé necesita, por lo que me ofrezco a equiparle una, de paso usar ese momento para colocar las cámaras allí, la jefa acepta sin dudar agradecida porque la donación también servirá para otros pacientes, así que una vez todo arreglado nos dirigimos hasta la incubadora de Sofy, a quien oímos llorar a todo pulmón. 

 Cuando estoy tratando de acercarme, siento que un tren viene a todo vapor, me atropella desde atrás hasta casi hacerme caer y clavar los dientes al suelo en dirección hacia la incubadora y cuando logro enderezarme veo al chichón de piso que empieza a desnudarse a lado de mi hija.

 Quedo en shock cuando veo a la loca sacarse el saco, la remera, el corpiño y tirarlo a una silla junto con su bolso ¡¿Qué hace?! 

Saca a mi hija de la incubadora, se la pone contra el pecho desnudo, le tapa la espalda con una manta, la besa y comenzar a cantarle bajito con mucha dulzura mientras la hamaca con suavidad. 

Observo a todos los que están en el sector y nadie hace nada ¡Es increíble! Observo a mi madre esperando alguna reacción y lo único que veo en ella es una sonrisa, los ojos llorosos y yo acá, parado como un "idiota" completamente furioso otra vez con esa mujer, sin entender nada de lo que acaba de pasar.

 Para cuando finaliza la canción Sofy ya no llora más, por el contrario, se encuentra muy tranquila durmiendo sobre el pecho de Alexia, quien al sentarse logra verme, loooogra verme, ya que hace como diez minutos estoy parado en el mismo lugar observando todo lo que hace con mi hija. De repente, me mira con mala cara, me alza una ceja y me saca el dedo medio, a mí.

 ¡¡¡¡A mííííí me saca el dedo medio, la loca exhibicionista!!!! Debería matar en este mismo momento a la loca.¡¡No lo puedo creer!!, encima miro a mi madre quien está tirada en el suelo de la risa, vio toda la secuencia, debería estar furiosa también, pero no, ahí está, como defendiendo a la loca.

 ¡Yo soy su hijo y no hace nada, no dice nada!, sólo se ríe a más no poder. Intento levantarla del suelo, pero no puedo porque no para de reírse, estoy furioso, estoy por asesinar a todo el mundo, incluyendo a mi madre, quien me debería estar apoyando, pero no puedo. Así que me trago mi enojo, mi orgullo y todo y salgo como alma que lleva el diablo de ese lugar. 

 Quedo fuera de ese lugar esperando a mi madre, quien diez minutos después, sale también.Veo en sus ojos que me mira e intenta con todas sus fuerzas evitar descalabrarse de la risa otra vez.Cuando se calma me palmea el hombro y me dice que nos vayamos a casa, que ya mañana vendrá y le sacará el jugo al tiempo con Sofía. 

 Cuando subimos al auto, mi madre me mira y me dice: 

 — La amé —.

 — Si, aunque no pudiera verla bien, yo también amé a Sofía en cuanto la vi – le respondo. 

 — Sí, a Sofía también, pero era de la mujer de la que hablaba, de Alexia, la amé — me contesta y fue lo último que pudo decirme antes que me estallara la cabeza, era lo último que me faltaba.

Siempre SofyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora