Capítulo 30. Fortaleza.

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Capítulo 30.

Fortaleza.

Máximo.

En cuanto llego a casa le envío a Walter y a mi hermano las fotos de los documentos que encontré en el departamento de Alexia para que busquen información. 

 También hablo con mi padre que furioso, me dice que no soporta más ser el único que no conoce a su nieta, que o le encuentro la manera de que la vea o la encuentra él, cosa que no sería buena, y sé que es verdad. 

Sé como es el enojado, es mucho peor que yo y la única persona que puede sacarlo de un momento de furia es mi madre. Ella fue su pilar en los casi 40 años que llevan de casados, es quien lo apoyó siempre, hace quince años la secuestraron por un ajuste de cuentas con mi padre y éste se volvió loco. 

Fue la primera vez que lo vi así, pero fue más eficaz que yo. Movilizó a todo el mundo, la encontró en dos días, no dejo vivo a nadie, mató a todos los que tuvieron que ver con el secuestro y de los que, por las dudas, también. 

 Cuando la encontraron, él, con el rostro desencajado, la reviso de pies a cabeza, se arrodilló ante ella con un llanto desesperado, pidiéndole disculpas por permitir que se la llevaran mientras mi madre le acariciaba el rostro y lo besaba agradeciéndole por venir por ella y diciéndole cuanto lo amaba. 

 Después, me dejo al mando de la mafia por dos meses, ya que Jhonathan era chico y donde se fue con ella a una de nuestras mansiones en el Caribe. Nunca más volvió a dormir fuera de casa, que en realidad nunca lo hacía, pero la noche del secuestro, obligado, se tuvo que ir. 

 Luego de ello, si había que hacer algo que tardara más de un día, íbamos Jhonathan o yo.Comenzó a enseñarle a mi madre técnicas de defensa y ataque de diferentes estilos, también el uso de armas, las mismas que utilizamos nosotros. 

Es muy buena, inclusive con los años que tiene, nadie se imaginaría que mi madre, la maestra, es un arma mortal. A veces practicábamos juntos, sin embargo, nunca se metió en ésto y por suerte jamás las tuvo que utilizar. 

 Así que hoy me encontraré con Walter y Jhonatan en casa de mis padres para que todos sepamos quién en realidad es Alexia y para hablar con mi madre con quien buscaríamos la forma de hacer entrar a mi padre al hospital. 

 Luego me quedo firmando y arreglando documentos de las empresas y haciendo tiempo hasta la noche. También pensando en Alexia. 

 Estoy en un dilema, ya que no sé qué creer de ella. No sé qué esconde, y me está volviendo loco, ya no puedo verla con odio, todo lo contrario, estoy cerca de ella y pareciera que el corazón estuviera por salirse de mi pecho. El olor de su cuello que siento cuando me saluda es realmente indescriptible, hoy mientras me hablaba no podía dejar de mirarle los labios, me contuve varias veces de no besarla yyyy... ahora, ésto. 

 No sé qué voy a hacer si es una farsante más, si todo éste tiempo supo quién soy, quienes somos y me está o nos está tendiendo una trampa. De ser así, juro por Sofy que ésto no se va a quedar acá. La pagará como otra rata, no importa lo que yo sienta. 

Me llevaré a Sofy sin importarme nada, yo me ocuparé de ella como siempre debió haber sido y sin continuar dándole vuelta a ésto iré por Bustamante y Sipriano y haré pagar a los tres.

 Llegada la noche, estamos todos esperando a mi madre, ésta llega, nos sentamos en el living, Jhonathan saca una carpeta y dice: 

 — Bueno, ésto es lo que encontramos sobre Alexia Rossi o como se llama ahora, Alexia Di Marco y creo que no les va a gustar —. 

Siempre SofyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora